Han transcurrido más de siete meses desde que la frontera entre Perú y Chile se reabrió, permitiendo que los extranjeros retomen el ingreso a nuestro país a través del límite que une Arica con Tacna. Pese a ello, lo que todavía no ha logrado reactivarse es el dinamismo comercial que tenía la ‘Ciudad Heroica’ a consecuencia del consumo chileno.
El presidente de la Asociación de Emprendedores del Perú (ASEP), Fernando Calmell del Solar, explicó que los negocios en Tacna, antes de la pandemia, dependían en un 70% de los visitantes; sin embargo, hoy esta representación se redujo al 35% como resultado de la baja demanda que no solo se observa a nivel de adquisición de productos, sino también de servicios.
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En la opinión del representante empresarial, la dinámica de consumo del chileno varió tras el surgimiento del COVID-19, justificado en un mayor impulso del gobierno sureño para la creación de empresas en las zonas de Tarapacá y Arica. Este nuevo contexto habría reorientado las preferencias de compra del chileno.
“Comercio y servicios como el de belleza o dental son ofertas que se pueden encontrar dentro de la gama de empresas que están en Arica o sitios aledaños. Así también, si antes era un motivador el que en nuestro territorio se encuentren precios más económicos, esto cambió con la inflación y el golpe a la economía chilena que empuja a la baja su consumo”, explicó.
A consecuencia de esta problemática, Calmell del Solar dijo que los empresarios, que tienen el respaldo financiero, han optado por migrar a otras regiones en búsqueda de mejores oportunidades; en tanto, que los demás persisten en el intento de sobrellevar adelante los negocios.
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Nuevos horizontes
Pero, ¿Tacna tiene opciones fuera del consumo chileno?
Según Calmell, el futuro de los emprendedores tacneños está en sectores con potencial en valor agregado como es el agro, pero pensado en la exportación. Desde esta perspectiva, el empresario sostuvo que es importante un mayor impulso a sectores productivos relacionados con alimentos como el olivo, la aceituna y la pitahaya.
De hecho, en Tacna, actualmente se cuenta con aproximadamente 30,000 hectáreas de olivos en la zona de La Yarada-Los Palos -de los cuales el 15% no cuenta con riego tecnificado-, el stock de terrenos para nuevas áreas de plantación del cultivo pronto alcanzarían su límite debido al escaso acceso a recursos hídricos.
“Tan prioritario es que el Gobierno impulse y culmine proyectos del tipo de Chavimochic, Chinecas, promoviendo el sector agroexportador que da oportunidades de trabajo a miles de familias”, resaltó el vocero, quien lamentó que anualmente más de 100 mil emprendimientos peruanos se sitúen en terreno informal.
En otro momento, el líder de ASEP destacó la necesidad de que también se fortalezca la propuesta turística en Tacna; ello, a través de nuevas rutas y servicios para el visitante, lo que también concierne inversión en infraestructura y vías de acceso.
Al respecto, meses atrás, el investigador y experto oleícola, Gianfranco Vargas, impulsó la iniciativa denominada La Ruta del Olivo, el cual busca el desarrollo del turismo vivencial en esta región, por medio de las visitas a las zonas de cultivo, procesamiento, cata, maridaje, incluyendo el conocimiento de la plataforma de procesamiento y exportación del aceite de oliva, que se realiza desde la Zona Franca de Tacna (Zofratacna).
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