Arequipa es una de las regiones perjudicadas con las protestas que se iniciaron la semana pasada en el país; principalmente, la carretera Panamericana Sur que cruza la localidad de Chala y une el departamento con el norte del país, que fue interrumpida por manifestantes.
En ese sentido, las medidas generaron problemas con el abastecimiento de alimentos e incluso del gas doméstico, cuya distribución también fue puesto en riesgo. Pese a ello, negocios que dependen de estos insumos para su funcionamiento, tales como las tradicionales picanterías, consideran moderado el impacto de los acontecimientos en las ventas.
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El coordinador general de la Sociedad Picantera de Arequipa, Miguel Barreda, explicó que, a consecuencia de los conflictos, los comercios cerraron entre uno y dos días, restringiéndose la atención a los comensales locales, que son el principal público de este tipo de negocios.
“Las picanterías tienen entre un 5% a 10% de público representado por turistas, no es una cantidad elevada; por ello, también el menor impacto sobre las ventas, que son, principalmente, de comensales locales. Los días de convulsión no llegaron muchos turistas a la ciudad, por lo que tampoco hubo demanda”, sostuvo el vocero.
Respecto a la dotación de gas doméstico, el representante manifestó que este problema habría sido superado al despejarse las vías de acceso, por lo que se espera que en las próximas horas se retome el abastecimiento normal a los diferentes negocios.
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Reactivación
Ante el contexto adverso, Barreda destacó la resiliencia de estos negocios familiares, que, si bien no muestran la aparición de nuevos locales, en este año se reactivaron a un 100%, tras la pandemia. “Lo que sí se puede apreciar es el surgimiento de negocios gastronómicos, inspirados a partir de la actividad picantera”, añadió el portavoz.
Asimismo, recordó que su institución impulsa que la picantería arequipeña sea declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Sin embargo, lamentó que esta sea una gestión que tiene que ser liderada por el Gobierno central y en la que todavía no hay avances.
El gasto promedio en una picantería es de S/ 20 en almuerzos; mientras, que el desembolso de los turistas puede ser de S/ 50 a más, sujeto a su consumo en los locales. Actualmente, en la ciudad de Arequipa existen un aproximado de 70 negocios, de las cuales 37 son parte de la Sociedad Picantera.
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