A partir de la pandemia los salones de belleza apostaron por la atención a domicilio a fin de sobrevivir en medio de dificultad para seguir pagando los alquileres. Ahora, la atención volvió a los locales, pero enfrenta ciertas dificultades.
Gabriela Bohl, consultora de salones de belleza, destacó que la apertura de nuevas peluquerías terminó compensando el cierre de otras, recuperando así el tamaño del sector. Sin embargo, afrontan la escasez de personal.
“El cliente se ha acostumbrado en algunos casos a ser atendido en sus casas y eso sigue con fuerza, generando un problema de personal, pues algunos prefieren trabajar a domicilio”, comentó a Gestión.
Más allá de esa situación, la demanda de servicios aún menor al 2019 también ha impedido que los salones de belleza tengan la misma cantidad de personal. Antes de la pandemia, había alrededor de 35,000 locales y 80% eran pequeños negocios.
En esta reactivación, dio cuenta de la aparición de cada vez más salones especializados en laceados, manicure, uñas acrílicas y cejas y pestañas.
Estrategias
En las últimas semanas, Bohl refiere que la asistencia a peluquerías se ha reducido, tanto por el invierno como por la inflación. En este negocio, donde el 99% de los cosméticos empleados son importados, los costos han subido entre 20% y 30%.
Por ello, los precios de los servicios también han subido, pero en un porcentaje menor para no ahuyentar a los clientes, sostuvo. Aun así, los salones de belleza apelan a ciertas estrategias para soportar esta coyuntura.
“Muchos hacen cierra puertas, descuentos, promociones o tratan de reforzar su presencia en redes sociales. También están capacitando a su personal, aprovechando que es época baja”, anotó.
Añadió que el servicio de mayores ingresos para los salones de belleza es la coloración, pues implica el retorno del cliente cada 20 días para mantener la tonalidad de cabello tratado.
Surgen nuevos clústeres
A diferencia del periodo pre-pandemia, la disponibilidad de locales con buena ubicación para salones de belleza es mayor, debido al cierre de estos negocios o de otros rubros. Sin embargo, la oferta tampoco es tan grande y los precios de alquiler se mantienen.
En ese contexto, Gabriela Bohl destacó la aparición de nuevos clústeres de salones de belleza, más allá de las zonas céntricas de la ciudad. “Ahora todos los distritos tienen clúster, hemos visto en Santa Anita, Villa El Salvador, todas partes”, afirmó, tras mencionar que una sola empresa puede tener pequeños salones en la misma zona. En tanto, también resaltó el avance de estos negocios fuera de Lima, en términos de infraestructura y capacidad.