Desde el 2018 Modasa se preparó para la fabricación de buses eléctricos en Perú. Y si bien la empresa ya produjo la primera de estas unidades en el país el 2020, la exportación llegaría antes que la venta a gran escala en el mercado local.
El gerente de su División de Buses, Daniel Rubio, señaló que participan en concursos y licitaciones en los países a donde ya envían buses a gas natural y diesel (Sudamérica y México).
En Perú, afirmó que la electromovilidad es una gran oportunidad, pero aún no hay pedidos grandes, a diferencia de Chile o Colombia.
Aun así, confió en que la demanda para el transporte de personal en el sector privado despegue pronto, aunque los volúmenes en ese rubro son menores. En el transporte público, sostuvo que el despegue dependerá del respaldo del Estado.
Proyecciones
Consultado por el negocio de buses a diesel y gas natural, Rubio reconoció que la demanda aún sigue afectada por la crisis de la que recién empieza a salir el transporte público. En tanto, el transporte de personal ya muestra cierto dinamismo.
Así, la venta de buses de Modasa el 2022 estaría aún por debajo del 2019, un año pre pandemia y con altas colocaciones por el requerimiento para los Juegos Panamericanos Lima 2019. Por su parte, la exportación sigue una tendencia similar.
De cara al 2023, estimó que la venta de buses para turismo, transporte interprovincial y de personal verá una recuperación mayor; mientras que el transporte urbano estaría terminando de salir de la crisis. “Será un año para estabilizarse, pero aún no con inversiones ni renovación de flotas grandes”, agregó.
Conversiones
En medio del aumento de costo del petróleo y pocos recursos para la renovación de flotas con buses a gas, las empresas de transporte están apostando más bien por la conversión de sus buses al sistema de gas natural vehicular (GNV).
“Todos los motores a gas (configurados así desde fábrica) que teníamos en stock los hemos usado para hacer conversiones, hemos visto un interés alto de clientes del transporte urbano”, comentó Daniel Rubio.
Refirió que las cuotas del financiamiento del Estado a la conversión a gas se terminan pagando con el ahorro generado por el cambio de combustible.