En el mercado de vivienda, las ventas tuvieron una caída del 6.4% en setiembre y octubre respecto a igual periodo del 2022, según la Cámara Peruana de Construcción (Capeco). En esa línea, un sector del mercado inmobiliario mantiene el pesimismo para el cierre del año.
El último reporte realizado por el Instituto de Economía Urbana de la Universidad ESAN, en colaboración con JLV Consultores, arroja perspectivas positivas: el 77% de empresas encuestadas considera que cerrará el año igual o mejor de lo esperado. No obstante, el desagregado por tamaño de empresa muestra diferencias notables.
LEA TAMBIÉN: Mercado inmobiliario en provincias: Los proyectos en marcha y las perspectivas para 2024
El 38% de las grandes empresas (con más de S/ 30 millones en ventas anuales) sostiene que terminará el 2023 mejor de lo esperado, mientras que el 11% dice que será peor. Por otra parte, el 32% de las pequeñas empresas (con ventas anuales menores a S/ 10 millones) cree que cerrará el año peor a como lo había proyectado.
“Las empresas grandes pueden manejar mejor sus costos porque pueden comprar más materiales”, explicó Ana Reátegui, economista y docente de la Universidad ESAN.
El segmento de vivienda no social tuvo una reducción de ventas de 9.6% durante setiembre y octubre, mientras que las ventas de Mivivienda Tradicional disminuyeron en 4.4%.
La consultora inmobiliaria VeMás proyectó que en el 2019 las velocidades de ventas promedio en proyectos chicos era de tres a seis unidades mensuales. Hoy sería de una a dos unidades por mes.
Factores que impactan a las constructoras
Las desarrolladoras inmobiliarias señalan que el principal factor que impacta negativamente en el negocio son las altas tasas para la colocación de créditos hipotecarios (32%). Así también, este año apareció el desafío del incremento en los costos de construcción (14%). Todos los niveles de empresas reportan el menor acceso a fondos de inversión de largo plazo como tercera problemática principal.
“El incremento de costos hace muy ineficiente a la pequeña empresa inmobiliaria, pero esta puede tener mayor agilidad, ya que puede realizar ventas más veloces por no estar atada a un mega proyecto”, precisó Reátegui.
Entre otros factores que impactan en el sector, la inestabilidad política pasó de representar el 48% en el 2022 a 19% este año.
LEA TAMBIÉN: Edificadores son menos pesimistas, pero aún proyectan cerrar el año “en rojo”
Potenciales soluciones
El 39% de empresas encuestadas indica que una de las principales medidas para dinamizar el mercado es facilitar los trámites municipales para proyectos inmobiliarios. El 37% incluye también la promoción de políticas que generen mayor crecimiento vertical de las edificaciones.
“Espero que el próximo año sea mejor para todas las inmobiliarias. Los costos de construcción se corregirán un poco, es decir, ya no subirán. Y si la tasa de referencia comienza a normalizarse, a partir de marzo (de 2024) ya podríamos ver un sector más dinámico”, estimó la profesora de la Universidad ESAN.
¿Cómo enfrentan la coyuntura?
Algunas pequeñas inmobiliarias ya comienzan a formular estrategias para aminorar los impactos de las razones mencionadas.
“Las inmobiliarias comienzan a segmentar mejor sus proyectos, y no solo construyen departamentos para familias tradicionales. Ahora hay personas que quieren vivir en lugares más retirados de Lima, así como también hay proyectos en el corazón de San Isidro que se compran para alquilar a ejecutivos, entre otras opciones”, mencionó Reátegui.
Así, algunas de las estrategias tomadas por las desarrolladoras inmobiliarias se enfocan en la misma composición de sus proyectos.“Se comienza a ver departamentos con salas más pequeñas, pero con habitaciones más grandes. Entonces, el sector mismo comprende mejor la evolución de la población y sus preferencias”, enfatizó la docente.
LEA TAMBIÉN: Mercado inmobiliario: Tres claves para el alquiler exitoso de viviendas
Bachiller en Ciencias de la Comunicación, con especialización en periodismo. Experiencia en prensa digital, radio y televisión.