Redacción Gestión

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Hamburgo (Reuters).- La unidad alemana de General Motors, Opel, está en negociaciones con sus trabajadores para reducir la jornada laboral en su principal planta, como medida para enfrentar la débil demanda de autos en Europa, y podría solicitar subsidios al Gobierno para compensar la merma de los salarios.

GM perdió 747 millones de dólares en sus operaciones en Europa el año pasado, cuando la desaceleración de la economía golpeó la demanda de autos y forzó a los fabricantes a enfrentar altos costos fijos y un exceso en la capacidad de producción.

El "deterioro de la situación del mercado en Europa" ha llevado a negociaciones con los sindicatos para reducir la jornada laboral, dijo en una declaración enviada por correo electrónico el jueves, en la que confirmó un reporte previo de un periódico.

Opel dijo que espera concluir las conversaciones dentro de poco para la reducción de la jornada en la planta de Ruesselsheim, en la que se fabrican el sedán Insignia y el compacto Astra.

De las casi 14,000 personas que trabajan para Opel en Ruesselsheim, los 3,500 empleados de la fábrica serán posiblemente los más afectados.

Un portavoz dijo que no estaba claro todavía cómo se realizaría la reducción en el caso de los trabajos administrativos.

El periódico alemán Allgemeine Zeitung Mainz citó previamente a fuentes de la empresa diciendo que Opel estaba considerando la idea de reducir las horas laborales en Kaiserslautern, una planta con 2,500 empleados que fabrica piezas y partes. Opel no confirmó la información.

Opel tiene cuatro plantas en Alemania: Ruesselsheim, Bochum, Kaiserslautern y Eisenach.

Si la gerencia y los trabajadores acuerdan la reducción de jornada, Opel podría postular a un subsidio del Gobierno alemán. El esquema fue usado por muchas compañías en problemas durante la recesión de 2008-2009 para evitar despidos de empleados.