Líderes sindicales descartaron el lunes por la noche la oferta del fabricante de aviones estadounidense Boeing de un 30% de aumento salarial en cuatro años, con la que buscaba poner fin a una huelga antes del 27 de setiembre.
Boeing Co. presentó la propuesta directamente a los trabajadores en huelga, mientras el asediado fabricante de aviones trata de trazar un camino para salir de la huelga que ha paralizado fábricas en el noroeste del Pacífico durante más de una semana.
“Esta propuesta no es suficiente para atender nuestras preocupaciones, y Boeing erró el tiro”, dijo el Sindicato Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) a sus miembros.
El gremio precisó que no votará la que la empresa consideró como su “oferta final”, cuyo plazo estaba fijado hasta el viernes a medianoche.
La propuesta supone una mejora con respecto al aumento inicial del 25% rechazado previamente este mes por los miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM, por sus siglas en inglés), pero sigue siendo inferior al 40% solicitado inicialmente por el sindicato. Boeing declaró que las condiciones son finales y solo serán válidas hasta el 27 de setiembre, lo que aumenta la presión sobre los trabajadores para que las acepten.
Más de 33,000 obreros de la región de Seattle (noroeste) están en huelga desde el 13 de setiembre, en el marco de las negociaciones de un nuevo convenio colectivo.
Un acuerdo preliminar entre el sindicato y la empresa había sido rechazado el 12 de setiembre por 95% de los trabajadores que se pronunciaron. Ese arreglo incluía 25% de aumento pero dejaba fuera bonos anuales, por lo que según los trabajadores el porcentaje de incremento salarial era menor al anunciado.
Esta nueva propuesta finalmente rechazada reincorporaba los bonos anuales, duplicaba un monto por ratificación del acuerdo a US$ 6,000, y aumentaba la contribución de la compañía a los programas de pensiones.
La producción del próximo modelo de avión, esperada para 2035, se mantuvo como en el borrador anterior de convenio, en la región de Seattle.
El nuevo arreglo buscaba reemplazar al anterior convenio, que tenía 16 años de antigüedad, y que se alcanzó después de una huelga de 57 días. El acuerdo fue prolongado en 2011 y 2014.
Hacia las 18H45 GMT las acciones de Boeing ganaban 2.24% en Wall Street.
“Sorprendidos” por la medida
Jon Holden, presidente del Distrito 751 de la IAM, señaló que su equipo negociador se vio sorprendido por la medida. El sindicato no tiene intención de someter la oferta a votación de los miembros de base porque hacerlo no es factible con tan poca antelación, dijo.
“Organizar una votación para 33,000 personas no es algo que se hace chasqueando los dedos”, dijo Holden en una entrevista. Los dirigentes sindicales también quieren hablar con los afiliados sobre la oferta, dijo, advirtiendo que no satisface sus necesidades.
Las maniobras han endurecido las negociaciones salariales. En un comunicado publicado en internet, el Distrito 751 de la IAM afirmó que, al eludir el proceso de negociación colectiva, “Boeing se encargó de faltar al respeto a todo nuestro sindicato”.
El enfrentamiento inyecta nueva tensión a unas conversaciones que llevan estancadas desde el 18 de setiembre, cuando dos días de mediación federal apenas produjeron avances. Después de que los trabajadores votaran casi unánimemente a favor de la huelga previamente este mes, el distrito local dijo que tenía la intención de presionar para conseguir un aumento salarial sustancialmente mayor y para que Boeing restableciera un plan de pensiones con prestaciones definidas para sus miembros.
“Parece una estrategia bastante arriesgada tratar de imponer una oferta tan pronto después de una votación tan fuerte a favor de una huelga”, dijo Nick Cunningham, analista de Agency Partners LLP.
El enfrentamiento entre Boeing y los trabajadores de su principal centro de fabricación está siendo seguido de cerca por Wall Street y la Casa Blanca mientras estallan los conflictos laborales en Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Finanzas tensas
Una huelga prolongada empeoraría la ya tensa situación financiera de Boeing, después de que la compañía gastara más de US$ 8,000 millones en efectivo en el primer semestre al reducir la producción para abordar las fallas de calidad expuestas por un accidente aéreo en enero.
Las acciones del fabricante de aviones subieron hasta un 3.3% en Nueva York. Boeing ha perdido un 40% de su valor este año, el segundo peor resultado entre los miembros del Dow Jones Industrial Average.
Según Sheila Kahyaoglu, analista de Jefferies, el conflicto ha paralizado la producción del 737 Max y otros aviones de Boeing y podría suponer una pérdida adicional de US$ 1,300 millones al mes. Ante el riesgo de que Boeing pierda su calificación crediticia de grado de inversión, el fabricante de aviones ha empezado a suspender a trabajadores y a tomar otras medidas para preservar el efectivo durante la huelga.
Los altos directivos, incluido el nuevo director ejecutivo, Kelly Ortberg, también han aceptado recortes salariales durante la crisis.
Con información de AFP y Bloomberg
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