Odebrecht es una empresa con más de 76 años de operación.  (Foto: GEC).
Odebrecht es una empresa con más de 76 años de operación. (Foto: GEC).

Un monitor independiente designado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ) concluyó su trabajo de seguimiento y certificó su nuevo programa de integridad, según informó la compañía de origen brasileño.

En cumplimiento de uno de los compromisos asumidos en el acuerdo de clemencia firmado en diciembre de 2016, el monitor designado por el DoJ que los sistemas de conformidad de Odebrecht Ingeniería y Construcción (OEC, por su siglas en inglés) y del Grupo Odebrecht, incluyendo sus políticas y procedimientos, “están diseñados e implementados para prevenir y detectar violaciones a las leyes anticorrupción”, según indicó la compañía.

Entre las mejoras en materia de integridad y gobernanza implementadas globalmente en la empresa se encuentran la incorporación de consejeros independientes y la instalación de comités asesores en áreas como Integridad, Auditoría y Finanzas.

A ellas se suman la implementación del Comité de Ética, la institución de las funciones del Chief Compliance Officer y Responsable de Auditoría Interna, que reportan directa e independientemente al Consejo de Administración; el establecimiento de medidas integrales para la prevención, detección y remediación de las acciones que vulneren la nueva Política de Integridad de la compañía; y la creación de una Línea Ética, gestionada de forma confidencial por una empresa independiente.

Para Alexandre Baltar, Chief Compliance Officer de OEC, “los avances logrados son permanentes” y no se detienen con la certificación del monitor independiente. “No hay meta, pues estaremos constantemente buscando la excelencia de nuestros procesos, con el objetivo de tratar y mitigar los riesgos y fortalecer la cultura establecida de actuación ética, integra y transparente”, asegura.

Odebrecht se declaró culpable en Estados Unidos el 21 de diciembre de 2016, pues admitió que se había involucrado en un esquema “masivo” de sobornos y licitaciones fraudulentas que datan al menos del 2001. Reconoció haber realizado pagos secretos por unos US$ 788 millones a funcionarios gubernamentales extranjeros, sus representantes y partidos políticos en varios países.