Moderna Inc aumentó en 4.3% su previsión sobre las ventas de su vacuna contra el COVID-19, a US$ 19,200 millones en el 2021, lo que refleja la fuerte demanda de los países que quieren reforzar la inmunización, aunque las acciones de la firma se hundían junto a las de otras grandes farmacéuticas.
Las ventas de las dosis “de refuerzo”, de países que desean mejorar sus suministros de cara al 2022 y más adelante, y la posible autorización de la vacuna de Pfizer para su uso en niños han llevado a Moderna a incrementar la producción.
Moderna dijo que los análisis iniciales de un estudio en adolescentes de entre 12 y 17 años mostraron una tasa de eficacia de 96% para su vacuna.
La compañía también ha estado trabajando en una nueva versión que podría extender el plazo en que la vacuna puede ser almacenada en temperaturas de refrigeración, lo que facilitaría su distribución, especialmente en países de menores ingresos.
Pero las acciones de Moderna caían hasta 10% tras la apertura de Wall Street, junto con los papeles de otras grandes farmacéuticas, luego de que el presidente estadounidense, Joe Biden, decidió apoyar negociaciones para una exención global de las patentes de vacunas contra el COVID-19.
Si bien la decisión busca incrementar la disponibilidad de vacunas para naciones vulnerables, podría impactar las ventas de las fabricantes.
El presidente ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, dijo que la compañía podría firmar más acuerdos con naciones por el suministro de vacunas durante el 2022, por volúmenes superiores a los de este año.
En febrero, Moderna pronosticó que las ventas de su vacuna alcanzarían US$ 18,400 millones. En el primer trimestre que finalizó el 31 de marzo, su vacuna produjo una facturación de US$ 1,700 millones, lo que llevó a la empresa a anotar la primera ganancia de su historia.
La compañía dijo que espera solicitar la autorización para uso general de su vacuna en Estados Unidos este mes.