La compañía farmacéutica estadounidense Moderna y el Gobierno de Kenia firmaron hoy un memorando de entendimiento para abrir una fábrica de vacunas en este país, la primera de la empresa en África.
La planta, que usará la tecnología de ARN mensajero (mRNA), la misma que Moderna emplea para su vacuna contra el COVID-19, supondrá una inversión de hasta US$ 500 millones y fabricará cada año unos 500 millones de dosis para el continente africano.
La empresa espera poder usar la fábrica para empezar a suministrar vacunas contra el coronavirus en África en 2023.
“Estamos celebrando una de las cosas más grandes que posiblemente haya sucedido desde el inicio del COVID-19 en el continente africano”, afirmó el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, durante el acto de la firma.
“Todos conocemos los desafíos que atravesó Kenia y todo el continente africano en las primeras etapas de esta pandemia, que resultó en que África se quedara atrás. No por necesidad, sino por carencia, y Moderna ha venido a llenar ese espacio”, indicó Kenyatta.
El presidente subrayó que la planta será algo “transformador no sólo para ayudarnos con la pandemia actual, sino también para preparar al continente africano para futuras pandemias”.
Por su parte, el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, dijo que “la lucha contra la pandemia de covid-19 en los últimos dos años ha proporcionado un recordatorio del trabajo que se debe hacer para garantizar la equidad en la salud mundial”.
“Moderna se compromete a ser parte de la solución y hoy anunciamos otro paso en este viaje: una inversión en la República de Kenia para construir una planta de fabricación de ARNm de sustancias farmacológicas”, agregó Bancel.
Hasta la fecha, África ha registrado unos 11.2 millones de casos de COVID-19, de los que cerca de 250,000 desembocaron en muertes.
Sin embargo, sólo un 12.7% de la población -de unos 1,300 millones de habitantes”- ha recibido la pauta de vacunación completa contra la enfermedad.