Dos grandes marcas del sector minorista de vestuario están en proceso de reducir su tamaño. La semana pasada, Gap Inc. presentó los detalles de su plan previamente anunciado de dividirse en dos compañías: una que abarcará únicamente su cadena Old Navy y otra para todo lo demás. Mientras tanto, J. Crew Group Inc. informó oficialmente la semana pasada que planea escindir su cadena Madewell.
Estas dos escisiones son las medidas adecuadas para dos empresas de vestuario que tienen problemas extrañamente similares: sus cadenas más nuevas tienen éxito, pero las más antiguas presentan dificultades. Las separaciones permitirán a los ejecutivos concentrarse con mayor atención en los problemas de las atribuladas marcas.
Pero los planes aún son arriesgados, en sus propios términos y debido a las mayores complicaciones resultantes de la guerra comercial del presidente Donald Trump. El último mes ha aumentado la enorme incertidumbre en torno a los aranceles para la industria del vestuario, luego de que Trump decidiera aplicar gravámenes a productos chinos por un valor de US$ 300,000 millones.
Los minoristas del sector de vestuario normalmente dicen que lidiarán con esta situación al negociar con los proveedores. La envergadura es un gran activo en dichas negociaciones, ya que las compañías más grandes tienen la mayor ventaja. Una vez que se dividan los imperios de Gap y J. Crew, tendrán menos peso en estas discusiones.
Existe una dinámica similar en sus relaciones con los dueños de los centros comerciales. Por ejemplo, el último en la saga de otro peso pesado de los centros comerciales: Forever 21. Mis colegas de Bloomberg News informaron esta semana que la compañía está en conversaciones con Simon Property Group Inc. y Brookfield Property Partners LP sobre una posible compra por parte de estos operadores de centros comerciales de una participación en la cadena de ropa como parte de una potencial declaración de quiebra.
Esto sería similar a cuando dueños de centros comerciales intervinieron para salvar la cadena de vestuario para adolescentes Aeropostale; los propietarios aparentemente decidieron que ser dueño de una parte de una cadena minorista en problemas era preferible a quedarse sin arrendatarios.
Varios gigantes minoristas se han declarado en bancarrota desde esa operación de Aeropostale de 2016 sin que hayan intervenido operadores de centros comerciales. Pero es posible que Forever 21 sea diferente, en parte debido a su envergadura: debido a sus más de 800 tiendas, los propietarios podrían creer que es demasiado grande para quebrar. Una pregunta para Gap y J. Crew es si sus divisiones las dejarán demasiado pequeñas para darles importancia.
Por supuesto, algunos de los pares de J. Crew y Gap también reducirán su tamaño, lo que significa que podrían lidiar con dificultades similares. Ascena Retail Group Inc. vendió su cadena Maurice y cerrará Dressbarn; Bloomberg News informó el jueves que ahora evalúa si escindirá sus marcas Catherines y Lane Bryant. L Brands Inc. cerró su pequeña cadena Henri Bendel y vendió La Senza, pequeñas partes de su negocio, sin duda. Pero aún enfrenta cuestionamientos de los inversionistas sobre si debería separar Victoria’s Secret y Bath & Body Works, medida que cambiaría enormemente su tamaño.
En general, los beneficios de un enfoque más preciso (y, en el caso de J. Crew, la capacidad de utilizar los beneficios de la OPI para pagar parte de la deuda) probablemente harán que estas escisiones valgan la pena. Pero incluso las mejores separaciones son difíciles, y es probable que el incierto entorno del comercio y las ventas minoristas las haga aún más complicadas.