En medio de anuncios de una nueva Ley General de Minería y la discusión pública sobre eventuales aumentos de impuestos a las empresas mineras, que se trataron en el evento Rumbo a Perumin, el presidente de Buenaventura, Roque Benavides, comenta a Gestión su perspectiva para el sector y la empresa.
¿Este 2021 viene siendo positivo para Buenaventura?
El 2020 ha sido muy difícil para la industria minera y el Perú por la cuarentena medieval, como la hemos denominado; tal manejo de la cuarentena sumado a problemas políticos hizo un año complicado. El 2021 venimos recuperando, pero siempre con una dosis de ausentismo por los contagios. No ha sido un año fácil.
¿Ve factible el próximo año retomar los volúmenes del 2019?
Espero que así sea, tener un ritmo más normal y espero que el Perú en su conjunto pueda retomar la senda de crecimiento. Las señales a nivel político no han sido las mejores, pero espero que podamos ir recuperándonos como país y como empresa.
¿Las inversiones se han mantenido?
Hemos seguido trabajando con todo entusiasmo, pero el tema del pago a la Sunat nos ha golpeado y hemos tenido que hacer una emisión de bonos. Eso ha hecho que estemos relativamente ajustados de caja y definitivamente hemos sido muy cautos en inversiones, gastos y logrando la mayor eficiencia posible.
¿Qué tipo de capex han ejecutado?
Seguimos avanzando con el proyecto de oro San Gabriel (en Moquegua, por hasta US$ 430 millones), a ritmo normal. Hemos invertido importantes cantidades en exploración, es la base fundamental de cualquier empresa minera y hemos reducido los costos que hemos podido.
Sobre San Gabriel, ¿cuándo empezaría su construcción?
Se ha ido retrasando (por algunos detalles). Creemos que para el próximo año podríamos comenzar ya un proceso de construcción. Estamos ya finiquitando la factibilidad del proyecto. En la zona hay mucha radiación solar y parece ser un lugar ideal para poner paneles solares y esperamos que la energía solar sea un aspecto muy importante en San Gabriel.
¿Cómo van los proyectos Trapiche y Río Seco?
En Trapiche (Apurímac) seguimos avanzando, mostrando cada vez más recursos y reservas, pero es un proyecto de cobre, nos va a tomar un poco más de tiempo. En Río Seco (Lima), hemos venido investigando y llegar a un proceso que nos permita tener un tratamiento de cobre arsenical lo tenemos que hacer con mucha cautela, es un proceso lento.
En Yanacocha Sulfuros, ¿cuándo comenzarán a ejecutar los US$ 500 millones anunciados?
El anuncio de Newmont (accionista mayoritario) es claro. Se continuará con la evaluación. Espero que el proyecto salga aun cuando tiene un pequeño retraso, pero que salga muy pronto.
De otro lado, ¿han tomado alguna decisión de venta para reducir deuda?
No, estamos haciendo la evaluación en forma permanente. Es evidente que la situación política del Perú no ayuda a que los activos estén bien valorizados, pero trataremos de mantener los mejores activos y quien sabe vender algunos otros para poder ir reduciendo esta deuda y continuar con nuestro caso en el Poder Judicial con la Sunat.
¿En qué se enfocarán el próximo año?
La industria minera es de largo plazo, no es que cambiemos todos los años. Vamos a continuar en nuestro esfuerzo de exploración, con inversiones en beneficio de las comunidades donde trabajamos, de nuestros trabajadores e inversionistas.
¿Cuál es su perspectiva de precios de minerales?
El precio del oro es un poco difícil de predecir, tengo esperanza de que se mantenga producto de inestabilidad en la economía mundial. No sé si se va a disparar, pero espero se mantenga. En el caso del cobre, ha pasado a ser metal del medio ambiente, se está usando en energías alternativas como solar y eólica, pero principalmente en lo que será el futuro: los vehículos eléctricos van a requerir muchísimo cobre.
¿Qué reflexión le deja el último evento Rumbo a Perumin?
Es siempre una buena oportunidad para intercambiar opiniones, resaltar el papel de la industria minera. El hecho de que haya estado el ministro, el presidente del BCR, demuestra la importancia que tiene el sector en el Perú.