El mercado del cannabis medicinal y los productos derivados avanza en el Perú, pero a paso lento y chocándose con barreras de diversos tipos. ¿Qué proyecciones tienen diversos actores que participan en este sector para este año? Dos ejecutivos de esta industria nos cuentan sus perspectivas y desafíos durante el 2023.
Para Curt Schwarz, CEO de Anden Naturals, compañía especializada en productos de cannabis de uso medicinal, durante el 2022 se duplicaron las ventas versus el 2021. “Tiene que ver con la cantidad de pacientes inscritos. A medida que suben, registramos más ventas”, dice el también presidente de la Asociación Peruana de Industrias de Cannabis (ASOPECANNA).
De la misma forma cerró el año Kumara Farms, empresa enfocada en la etapa de desarrollo e innovación de productos como el extracto de cannabis. “Aunque no fue el esperado, sí hemos experimentado un crecimiento con respecto al 2021″, indica Andrés Vásquez, presidente de la compañía.
Ambas empresas apuntan a seguir creciendo este año mediante en lanzamiento o innovación de nuevos productos. En el caso de Anden Naturals, se busca que las ventas del 2023 dupliquen las del año pasado y para ello agregarán un producto a su portafolio. “Tenemos un con alto porcentaje de CBD y otro con THC. La idea es lanzar uno que tenga ambas partes iguales”, adelanta Schwarz, quien también comenta que se ha cerrado un contrato con Laboratorio Ravettino (fabricantes de la marca Multibióticos) para comercializar caramelos medicados de CBD, THC e híbridos. Estos se sumarían a los tres productos que ya comercializan en el mercado: las soluciones orales Endo 50 CBD y las Fórmulas Magistrales de CBD y THC.
Asimismo, Anden Naturals planea la apertura de otra tienda en Lima, que se sumaría a la que ya tienen en el distrito de Miraflores, además de los canales de ventas con sus socios comerciales Inkafarma y Mifarma.
Sin embargo, a pesar de los planes que manejan las empresas de este sector y las proyecciones de crecimiento, existen desafíos que son ineludibles en el mercado peruano.
Obstáculos en la regulación e informalidad
Según Vásquez, de acuerdo con un estudio realizado en el 2021, del total de ventas que se realizaron en este sector, un 5% a 10% fueron legales. “Y lo digo así, el 90% o más de los productos que se venden son ilegales. La norma es clara y dice que solo quienes tienen autorización pueden comercializar este tipo de fármacos. Pero en el Perú tenemos tiendas que con todo descaro los venden sin cumplir con la ley”, se queja el ejecutivo.
Por otro lado, Schwarz explica que la demanda en provincias es muy grande y, por lo tanto, se requiere de tener más socios comerciales autorizados a vender estos productos. Regiones como Arequipa, Cusco y Trujillo tienen una buena cantidad de pacientes, según el Registro Nacional de Pacientes Usuarios del Cannabis y sus derivados para uso medicinal y terapéutico (Renpuc). Según cálculo de Vásquez, la última estimación de registrados en el país arrojaba aproximadamente 35 mil personas.
Asimismo, ambos expertos señalan que hay productos que requieren de una receta médica para poder venderse en el Perú, pero que se venden de forma libre en otros países. Lo que buscan como gremio es lograr una modificatoria a la ley que permite vender, por ejemplo, fármacos altos en CBD.
“Eso causaría un pequeño boom para nosotros porque obtener una receta médica encarece todo el proceso y no todos los médicos tienen conocimiento sobre tratamientos con cannabis medicinal”, dice el presidente de Asopecanna.
Eso nos lleva a otro de los retos que presenta este mercado, que está en el tema de la capacitación de los doctores sobre tratamientos con cannabis medicinal. “El desafío es que haya más médicos prescribiendo tratamientos con cannabis. Varias de las empresas del sector han orientado sus esfuerzos a capacitar doctores sobre este tema”, afirma Vásquez, quien además comenta que a pesar de que no se tienen cifras sobre cuántos médicos están capacitados, se intuye que el número es mínimo.
En resumen, Schwarz cree que el principal obstáculo en el país es tener un mejor entendimiento de la planta y su proceso para poder regularlo de una forma más abierta y que los pacientes tengan más acceso.