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En los últimos años los terrenos en Lima, con fines de desarrollo de proyectos de vivienda, han registrado un menor incremento de precios debido a una reducción de la demanda, indicaron compañías inmobiliarias.
Humberto Marín, gerente comercial de Urbana Perú, refirió que las inmobiliarias redujeron el nivel de compra de terrenos o dejaron de adquirir por un periodo de tiempo, debido a la incertidumbre económica tras el impacto del COVID-19 y luego también por la inestabilidad política en Perú.
“Por estos factores económicos y políticos muchas inmobiliarias pausaron la compra de lotes, pues ya tenían un stock de terrenos”, subrayó.
Agregó que esa menor demanda hizo que los precios en los últimos tres años -tras la pandemia- se hayan incrementado en un rango de solo 1% a 2%.
Urbana Perú fue una de las inmobiliarias que tras la pandemia pausó la compra de terrenos. Este año recién han retomado la búsqueda de espacios. “Estamos buscando en distritos de Lima Top, pues ya tenemos stock en Lima Moderna. Y hemos recibido ofertas de lotes evaluados antes de la pandemia y vemos que hoy no han tenido incremento”, anotó Marín.
Por su parte Víctor Acosta, Gerente General de la inmobiliaria Senda, coincidió en que en los últimos dos años el fuerte incremento de precios de terrenos se ha detenido.
“Y en algunos casos de tarifas en dólares los precios han disminuido ligeramente. Los propietarios se han dado cuenta que no está siendo fácil en este momento vender tierras”, señaló.
El ejecutivo refirió que la menor demanda de terrenos se debe a que las ventas de viviendas ya no se muestran tan dinámicas como antes, debido al impacto del alza del precio final de la vivienda y al incremento de las tasas de interés de créditos hipotecarios.
El último reporte de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI) muestra que las ventas de viviendas en septiembre último bajaron en 11.6% respecto a similar mes del 2021.
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Frente a esta coyuntura, los propietarios de terrenos se muestran más flexibles para concretar las ventas, indicó por su parte Nicolás Labarthe, Director Comercial en VyV Grupo Inmobiliario.
“Debido a la coyuntura, los propietarios están aplicando más algunos mecanismos como el aceptar el pago en cuotas o vía canjes de departamentos. La flexibilización depende de la negociación con cada propietario”, refirió Labarthe.
El ejecutivo agrega que un riesgo para el costo de los proyectos es que la mayoría de terrenos se venden en dólares, mientras que las inmobiliarias venden las viviendas en soles. “Es un gran problema, pues cuando sube el dólar el valor de la tierra termina siendo más caro para el proyecto”, anotó Labarthe.
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Para desarrollar los proyectos, las inmobiliarias buscan terrenos de entre 800 m2 a 2,000 m2, refiere Víctor Acosta, de Senda. Agrega que en caso un solo propietario no cuente con esa extensión, buscan adquirir también a uno o más de sus vecinos hasta alcanzar la extensión necesaria.
“En la búsqueda de terrenos se priorizan las esquinas, para que el proyecto tenga una buena visibilidad y que se pueda construir a más altura, lo cual dependerá del ancho de la vía. En una calle angosta quizá no se pueda hacer más de ocho pisos, pero en una avenida importante puedes hacer más de 20 pisos”, anotó.
El dato. El precio de venta de las viviendas en los últimos dos años en Lima ha tenido un incremento de 20%, señala el último reporte de ASEI al mes de septiembre. Al respecto, las inmobiliarias señalan que ello se debe sobre todo al incremento de los precios de los materiales de construcción, los cuales se han elevado en 27% en los últimos dos años, según muestran datos del INEI.