(G de Gestión) Las empresas que sean conscientes de que estamos frente a un cambio económico y que desarrollen estrategias para mantener una posición sólida en una variedad de escenarios “tendrán una ventaja comparativa de tiempo” frente a sus pares, asegura Olivia White, directora del McKinsey Global Institute.
La también socia sénior de McKinsey & Company, que ha enfocado sus últimas investigaciones a presagiar el paso del mundo a una nueva era, será una de las ponentes centrales en CADE Ejecutivos 2023, donde abordará cómo los eventos de una economía más globalizada, además de la pandemia y otras crisis, están produciendo cambios en cinco dominios importantes: el orden mundial, la tecnología, la demografía, el clima y los recursos, y la capitalización.
Específicamente sobre el Perú, White anota que en los últimos 20 años el país pasó de centrar sus lazos comerciales con Estados Unidos a hacerlo con China. En el ámbito tecnológico, recuerda, el mercado peruano tiene la mayor brecha sobre el uso de internet (60%), lo que podría ponernos en desventaja ante el avance acelerado de la inteligencia artificial; en materia demográfica, la productividad laboral no aumentó; y, en el contexto del clima, hay dos tareas: la oportunidad de volverse más dependientes de las energías renovables y asegurar las zonas costeras ante un evento climático.
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Rol proactivo
“Cuando estamos en la cúspide de algo nuevo y diferente, las formas del pasado pueden no continuar”, refiere White sobre la actitud que debiera considerar el sector privado en un escenario de incertidumbre. “En un país como el Perú, si las empresas se atrincheran y se protegen a sí mismas en lugar de pensar en cómo aumentar su productividad, obtendrán una desaceleración económica”, advierte. Y agrega: “Si te concentras en la productividad antes que en la eficiencia, entonces piensas en cómo invertir más para obtener más”.
White también resalta las oportunidades que tiene el Perú. Destaca que nuestro país ha obtenido casi el 50% de los flujos de capital desde América Latina entre el 2017 y el 2023, y que ha logrado una base de comunicación y conexión directa en la región “que realmente importa” en un mundo que entra a una era multipolar. A escala de sectores, enfatiza el potencial para el progreso específico de la manufactura y los servicios que, a la fecha, se mantienen subdesarrollados.
En la incertidumbre, en tanto, hay oportunidades para que los actores corporativos del Perú sean más proactivos. Lo anterior, no obstante, depende de una resiliencia entendida como la capacidad del empresario de crear escenarios y llegar a decisiones que tomen forma en el largo plazo y no solo en la crisis inmediata. White cita una investigación de McKinsey & Company según la cual el 20% de 1,500 empresas surgió de la crisis financiera un poco por delante del resto, al moverse rápido y temprano, tras haber “elaborado estrategias de antemano para proteger los márgenes (en lugar de los ingresos) o para comprar buenos negocios a precios desinflados y usarlos para catalizar el crecimiento a medida que la recesión se desplazó hacia la recuperación”.
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