Valery Lisboa, diseñadora de joyas, encontró en la joyería la oportunidad de reconectarse con el mundo artístico. Luego de estudiar diversas técnicas en Lima y certificarse como especialista en diamantes en el Instituto Gemológico Americano, decidió que esta sería su profesión definitiva. Así, en el año 2007 nace Imelda de Val, la marca de joyería de lujo artesanal que lanza colecciones personalizadas de acuerdo a la demanda de sus clientes. Con un mercado que proyecta alcanzar los US$ 300 millones en exportaciones de joyas peruanas para el cierre del 2024, la fundadora de la marca adelantó a Gestión los planes de la compañía que, después de la fidelización, apunta a la expansión tanto local como internacional. ¿A qué mercados busca llegar?
La joyería de Imelda de Val se caracteriza por su enfoque personalizado. Así lo asegura su fundadora desde su showroom en San Isidro: “No produzco en masa, creo en la sostenibilidad y en hacer las cosas de la mejor manera posible, minimizando el impacto. Nos importa crear una experiencia íntima y exclusiva para cada cliente”, comenta.
Esta es la razón por la que, durante todo este tiempo, la marca trabajó sus ventas en un showroom, previa cita con sus clientes. Sin embargo, Lisboa asegura que la demanda la ha impulsado a dar un nuevo paso: la apertura de su flagship en Lima que, asegura, mantendrá la esencia de la exclusividad con cada comprador.
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“La tienda, que tendrá 40 m2, debería estar lista para finales del primer trimestre del 2025 y tendrá espacios para que los clientes puedan consumir delicatesen y snacks. La esencia de Imelda de Val es hacer piezas exclusivas, entonces esa misma experiencia es la que tiene que haber en la tienda. Para ello tenemos planeada una inversión de US$ 100,000 y estará ubicada entre San Isidro y Miraflores″, detalla.
Plan de internacionalización
La expansión internacional de la marca ya es una realidad en España, donde Imelda Val ha establecido un showroom en el barrio de Salamanca, en Madrid. Sin embargo, la demanda por su presencia física ha llevado a Lisboa a replantear su estrategia.
“Por ahora hemos dejado en ‘stand by’ el showroom, ya que estamos en conversaciones para ingresar a El Corte Inglés el próximo año. En caso de no concretarse, igual abriremos nuestra propia tienda con puerta a calle en el mismo barrio. La idea es tener un espacio físico y propio para julio del 2025. Para esta tienda, la inversión estimada es de US$ 250,000, de los cuales ya hemos invertido US$ 130,000″, apunta Lisboa.
Este, asegura Valery, es el primer paso para concretar la internacionalización de su marca y llevar el talento peruano de la joyería a las principales capitales del mundo. “Nueva York es uno de los destinos a los que quiero llegar, pero actualmente estamos explorando otros mercados de Europa como París y Países Bajos para futuras expansiones. El enfoque será ofrecer productos con un trasfondo sostenible y un diseño exclusivo, características que ya son el sello distintivo de la marca.”, comentó.
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Nuevos lanzamientos
Las piezas de Imelda de Val se producen en pequeña escala, elaboradas con oro proveniente de minas certificadas que no utilizan cianuro ni mercurio. Actualmente, la producción mensual de la marca alcanza las 45 piezas, con un ticket promedio de US$ 2,500 cada una. En tanto, la compañía viene trabajando en el lanzamiento de su próxima colección bajo la campaña “Lujo Sagrado”, en donde el ópalo peruano es el protagonista.
“El ópalo no solo es valorado por su belleza, sino también por su conexión con la cultura peruana, lo que le otorga un valor simbólico especial. Tenemos el objetivo posicionar al ópalo peruano como una gema de alta demanda en mercados europeos, aprovechando su exclusividad y su fuerte identidad cultural.“, afirmó.
La nueva colección tendrá una pieza ícono que tendrá un precio accesible para la mayoría de interesados. A esta, se le añaden cinco joyas más de alta gama inspiradas en la Coordillera de Los Andes con ejemplares de ópalo andino. “Es importante resaltar que son piezas únicas, pero que las hacemos a medida en nuestro día a día, haciendo que cada joya sea especial y personalizada.
Con la nueva colección y la expansión, la proyección de crecimiento de la marca de joyería sostenible para 2025 es ambiciosa, con una meta de incrementar sus ventas en un 30% tras la apertura de sus nuevas tiendas en Lima y Madrid. Además, la facturación proyectada para el próximo año es de US$ 1.5 millones. Así, Lisboa espera que su presencia en el mercado europeo permita captar un nuevo segmento de clientes interesados en productos de lujo con un enfoque en la sostenibilidad, lo que podría consolidar su crecimiento a largo plazo en ambos continentes.
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