En una reciente encuesta de Ipsos, se ha revelado que 9 de cada 10 ejecutivos peruanos planean realizar estudios de posgrado en los próximos dos años, principalmente maestrías y cursos de especialización que les permitan enfrentar los desafíos del mercado laboral.
Y es que en el Perú y en el mundo cada vez más empresas han empezado a implementar departamentos de innovación, con el objetivo de mantenerse competitivas y de ofrecer un valor diferencial en el mercado. Aunque estas áreas de innovación tienen diferentes presentaciones y son conocidas con diversos nombres, el común denominador es que están conformadas por profesionales transdisciplinares y de gran capacidad creativa.
De hecho, actualmente la creatividad y la innovación se han convertido en las competencias más demandadas por el 91% de las empresas, según un informe elaborado por Ernst & Young y Future for Work Institute. Y un estudio del Foro Económico Mundial (WEF) estima que la revolución tecnológica impulsará 97 millones de nuevos empleos en sectores vinculados de manera directa con la innovación tecnológica.
Así, los rubros con mayor demanda serán los de análisis y manejo de datos en la nube, marketing digital, ciberseguridad, internet de las cosas, inteligencia artificial y realidad virtual, así como la medicina personalizada, entre otros.
“La razón es que, en un mercado que se está transformando aceleradamente con la digitalización, los profesionales deben ser capaces de desarrollar soluciones innovadoras a favor de las empresas y los consumidores, en cualquier sector económico”, explica Ada Kanashiro, directora de Educación Continua y Postgrado de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL).
Eduardo del Solar Vergara, director del MBA de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima, señala que, aunque la innovación siempre fue una variable muy importante en el perfil de los ejecutivos, en estos tiempos parece ser una obligación el contar con esta característica para hacer frente a los entornos BANI (frágiles, ansiosos, no lineales e incomprensibles) que se viven.
Innovación
El mercado exige cada vez más un enfoque basado en la diferenciación y en la generación de propuestas innovadoras. Las organizaciones, afirma David Franco, director académico de la Escuela de Postgrado de la UTP, ya tienen definidos los perfiles y las competencias que requieren para aportar a sus objetivos empresariales. En este contexto, la innovación es una competencia que ya dejó de ser una necesidad a futuro, ya que el entorno actual propone situaciones complejas, que no se pueden resolver únicamente con recetas empresariales y buenas prácticas. “La generación de propuestas innovadoras responde a la alta competitividad, al crecimiento de la digitalización, a los entornos ágiles y a la exigencia del nuevo consumidor”, asegura el especialista.
Los profesionales de hoy deben destacar por tener adaptabilidad al cambio, mentalidad de crecimiento, visión global, sensibilidad al entorno, innovación y espíritu emprendedor. Es importante que se integren tanto los conocimientos teóricos como la experiencia generada para lograr los objetivos empresariales.
Según Enrique Stiglich, director de la Facultad de Negocios y de la Escuela de Posgrado de la UTEC, las empresas requieren una fuerza laboral altamente competente, capaz de encarar los nuevos desafíos de un futuro que se convirtió en presente. “En un mundo globalizado, todo cambio debe ser una estrategia. Se debe contar con líderes que sean capaces de transformar sus ideas en proyectos creativos e innovadores, orientados a desarrollar estrategias y planes de acción”, puntualiza.
Cambios en la academia
Por Peter Yamakawa. Decano de ESAN Graduate School of Business
Los programas MBA vienen transformándose en el Perú para hacer frente a tres tendencias: la búsqueda por una mayor flexibilización por parte de los profesionales en las modalidades de estudio, la fuerte competencia que representan las maestrías especializadas y la competencia internacional. Dentro de los principales cambios que se han dado, señalamos los siguientes:
• Especializaciones complementarias al programa. Las escuelas de negocio ahora brindan a los participantes la posibilidad de realizar una serie de cursos que les otorguen una mención o especialización adicional al grado de maestro en administración.
• Más modalidades. Si antes de la pandemia la modalidad presencial era la opción preferida, ahora las modalidades semipresencial y weekend (cada 15 días) han ganado terreno.
• Actualización de mallas. El crecimiento exponencial del comercio electrónico, el mayor componente tecnológico en las finanzas, así como un escenario social mucho más complejo, han provocado que las mallas curriculares de los programas se actualicen.
• Internacionalización más accesible y personalizada. Los profesionales quieren vivir una mayor experiencia internacional y, por ello, las escuelas de negocio han respondido potenciando su oferta. Es así como ahora ya no solo hay convenios internacionales para llevar algunos cursos, sino opciones de doble grado y pasantías en el exterior, así como clases y seminarios para brindar una formación de alcance global.
• Finalmente, los MBA también son complementados con servicios de empleabilidad y espacios de networking e innovación para que los estudiantes tengan una experiencia integral, y que esta vaya más allá de las aulas. Se busca que logren un contacto permanente con las escuelas de negocio.