Moller-Maersk A/S, la mayor compañía de barcos cargueros del mundo, dijo que tuvo un buen comienzo de año pero advirtió que las "incertidumbres considerables" derivadas de las tensiones comerciales mundiales probablemente afectarán su negocio.
"Los nuevos aranceles podrían reducir potencialmente el crecimiento previsto en volúmenes de contenedores mundiales hasta un 1%", dijo el viernes la compañía con sede en Copenhague.
Maersk, que también reveló planes para recomprar acciones por US$ 1,500 millones durante un período de 15 meses, dijo que mantendrá su estimación para todo el año a pesar de las "cifras macroeconómicas más débiles y el riesgo de las tensiones comerciales".
La compañía también señaló que unos requisitos de combustible más difíciles con el objetivo de proteger el medio ambiente suponían un reto adicional.
Las acciones de Maersk subían ligeramente en la negociación de la capital danesa. El nuevo programa de recompra "es positivo y supera ligeramente nuestra expectativa de que devolvería a los accionistas US$ 1,000 millones de la venta de acciones de Total SA", dijo Frode Morkedal, director gerente de Clarksons, en un comentario a los clientes.
Maersk, que transporta cerca de una quinta parte de las manufacturas mundiales por mar, se enfrenta a una seria amenaza a su negocio a medida que se intensifica la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El máximo responsable, Soren Skou, dijo el viernes que los volúmenes de comercio transpacífico entre Asia y América del Norte ya han mostrado señales de contracción.
Maersk reveló el viernes que el comercio mundial de cargadores navieros creció solo un 1.7% en el primer trimestre respecto al año anterior. La cifra contrasta con el 3.6% para todo el 2018.
"La moderación del crecimiento de la demanda de contenedores refleja una desaceleración amplia en todas las economías principales", dijo Maersk.
El informe del viernes fue el primero de Maersk tras constituirse en compañía de transporte pura al poner fin a su estructura de conglomerado a principios de este año con la escisión de Maersk Drilling, la última división de energía significativa del grupo.
La compañía está utilizando parte de los ingresos de la venta de sus actividades de exploración petrolera a Total para financiar el programa de recompra de acciones. Maersk también dijo que introducirá una nueva política de dividendos, con un índice de pago anual de 30%-50% de los beneficios netos subyacentes.