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El primer grupo europeo de transporte aéreo Lufthansa, salvado de la quiebra por el Estado alemán, se prepara para un “invierno difícil” por el hundimiento durable del tráfico, que le significó una pérdida de 2,350 millones de euros en el tercer trimestre.
La resurgencia de la pandemia en Europa “hará que los meses de invierno, de por sí complicados, serán aún más difíciles”, advirtió el dirigente de la empresa, Carsten Spohr.
Lufthansa espera alcanzar en el 2021 el 50% de su número de pasajeros anterior al surgimiento de la pandemia, aunque esto dependerá de la situación sanitaria, un nivel necesario para recuperar los flujos de tesorería positivos, señaló el grupo.
La aerolínea dijo que de octubre a diciembre de este año volará con solo el 25% de su capacidad operativa previa a la pandemia.
“Estamos ahora al inicio de un invierno que será duro y complejo para nuestra industria”, señaló Spohr.
Reconoció que no está en condiciones de prever cuándo ocurrirá “una recuperación durable” para el sector aéreo.
Tras limitar la hemorragia de efectivo a 200 millones de euros mensuales, el grupo tendrá que asumir a finales de año 350 millones, a causa de la segunda ola de contaminaciones.
Más allá de una pérdida operativa ajustada de 1,300 millones de euros, la desvalorización contable de los aviones afecta también los resultados del tercer trimestre.
En los nueve primeros meses del año, la pérdida neta del grupo alcanzó 5,600 millones de euros para una baja de cifras de negocios del 60% a 11,000 millones, y un fuerte retroceso de pasajeros, de 71%.
Hasta 30,000 empleos están amenazados en la empresa, que se separará también de unos 150 aviones.