La pesca será una de los sectores que menguarán el impacto del coronavirus en la economía. Según cifras del INEI, en julio, dicha actividad creció 33.34%. Este resultado fue producto de la mayor captura de especies marinas destinadas a harina y aceite de pescado, lo que ocasionó crecimiento de 35.67% del subsector de consumo humano indirecto (CHI). Sin embargo, la pesca para consumo humano directo (CHD) disminuyó 22.51%.
Adriana Giudice, CEO de Austral Group, comenta que la pesca para CHD es importante para la industria, pero enfrenta dificultades.
“Hay dos especies que se pescan: el jurel y la caballa. Este año la cuota de jurel fue baja y menor que la del año pasado”, señala.
El Ministerio de Producción (Produce) estableció para este año una cuota de 100,000 toneladas, de las cuales 70,000 estaban destinadas para la actividad industrial.
“La cantidad destinada a la industria se terminó de pescar en febrero y no hemos capturado más desde entonces”, indica.
Giudice comenta que el jurel y la caballa son especies que muchas veces nadan juntas. “A la industria le preocupa que si salimos a pescar caballa y excedemos el límite de pesca que acompañante que puede haber de jurel pueden sancionarnos e, incluso, las empresas se exponen a una posible pérdida del permiso de pesca”.
La CEO de Austral Group considera que una forma de solucionar el problema es que Produce le conceda a la industria un periodo de pesca exploratoria de caballa para evaluar cómo están los cardúmenes y determinar si están solos o acompañados de jurel. Así podrían evitarse riesgos para la industria y las faenas se realizarían con mayor seguridad.
Atún
El mar peruano es rico en atún. Y, si bien contamos con una cantidad de recurso similar a la de Ecuador, el país vecino ocupa el quinto lugar el producción mundial, mientras que el Perú, el puesto 44, según comenta Jennifer Vilches, asociada en el Estudio Hernández & Cía.
“En Perú no hay mucha flota atunera. Recién están saliendo regulaciones para poder modificar embarcaciones de modo que puedan pescar atún”, explica la abogada.
Es por ello que buena parte del atún que se procesa en Perú proviene de embarcaciones extranjeras. La normativa establece que los barcos de otros países que pescan dentro de las 200 millas deben descargar el 30% del recurso extraído para el uso como insumo de la industria local de conservas.
“Últimamente Sunat interpreta que a esa descarga puede imponerle el cobro del Impuesto a la renta. Sé que se está discutiendo este tema y se están pidiendo informes, aunque no ha habido pronunciamiento nuevo. Mientras tanto, Sunat sigue interpretando la norma de esta forma y cobrando el impuesto, lo que resta competitividad frente a otros países”, indica. Esto no ocurre en otros países.
Vilches señala que uno de los principales competidores es Ecuador, que además cuenta con precios de combustible más reducidos que en el Perú.
“Si no vienen flotas extranjeras acá para pescar atún, entonces nos quedaremos sin ese 30% de descarga. Y ahora, con la pandemia, ha aumentado la demanda de conservas. Entonces, al no tener flota y verse afectado ese 30% de descarga, se perjudica la industria local conservera de CHD para enlatados”, advierte Vilches.