El COVID-19 ha incrementado el uso de internet a nivel nacional. Según comenta Emilio Lozano, director de la empresa de telecomunicaciones Ultra, si antes de la pandemia en horas pico la demanda se cuadruplicaba, durante la cuarentena general se multiplicó por diez. Y si bien la etapa focalizada del confinamiento ha reducido el consumo de datos, aún está por encima del promedio previo al coronavirus.
Según el Organismo Peruano de Consumidores y Usuarios (OPECU) en el Perú la velocidad de la banda ancha fija de descarga es 3.9 veces menos del registrado en Chile. Esta velocidad coloca al mercado peruano entre los de servicio más lento en la región.
"Esta situación responde básicamente a la falta de infraestructura adecuada", comenta Lozano.
En parte, esto se deba a que no se han terminado de ejecutar los 21 proyectos de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO), la iniciativa estatal que buscaba llevar conectividad en todo el país.
Sin embargo, el desempeño deficiente también es consecuencia de la capacidad de la red que opera actualmente. En cuanto a conectividad, existen diferentes tipos de acceso. Uno de ellos, el más deficiente, es la vía satelital, que tiene mayor presencia en las regiones de la selva.
La tecnología ADSL es la más antigua y llega a través de la línea telefónica. "Es muy básica y propensa a ruido, distorsión y no permite tener alta velocidad", explica Lozano.
Luego está el acceso de tipo HFC o híbrido de fibra coaxial. Esta conexión llega desde los postes ubicados fuera de los domicilios y luego ingresa a las viviendas a través de un cable de cobre. Este tipo es el que mayoritariamente se usa en el Perú. El soporte que permite mejor calidad en la conexión es el FTTH (Fiber to the Home, pos sus siglas en inglés). Lozano comenta que sobre última, que es más estable, opera Ultra.
"Otros operadores tienen infraestructuras híbridas donde combinan fibra, cobre y radio enlaces. Esto hace que la velocidad no sea la misma en todo el ecosistema. Entonces, hay sectores donde se puede acceder a la máxima velocidad que ofrecen y en otros no", explica.
Regulación
En el Perú, Osiptel exige que lo operadores aseguren por lo menos el 40% de la velocidad contratada. Sin embargo, una mejora en la velocidad no pasa necesariamente por regulaciones más ajustadas.
"Eso depende del punto de vista del análisis. Los países se rigen bajo diferentes normas y hay algunos que no hacen este tipo de acotación y la velocidad se determina por la ley de la oferta y la demanda. Obviamente el que ofrece mejor velocidad tiene una relación costo beneficio diferente y los usuarios tienen libertad de contratar", precisa Emilio Lozano.
Ultra, comenta Lozano, garantiza el 80% de la velocidad contraída. Además, asigna ancho de banda de 1 GB al domicilio del cliente.
"Normalmente, el ancho de banda se asigna a barrios o áreas específicas y esto tiene relación directa con la capacidad de conexión, la cantidad de dispositivos que se tienen contactados y la velocidad del internet", explica.
“Hay comunicaciones que demandan mayor ancho de banda. Una cosa es la transferencia de datos, otra la voz y algo muy distinto el video. Mientras más sofisticada la transferencia es, mayor exigencia de nacho de banda requiere y es por eso que las videoconferencias o el streaming son más intensivas en uso”, concluye Lozano.