De acuerdo a una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), del 2019, la cumbia era el segundo género más escuchado por los peruanos con un 18%, solo superado por la salsa que registraba un 21% en las preferencias del público. Si bien no se tiene un dato actualizado, tras la pandemia, el número de conciertos de este tipo de música ha venido al alza, lo que deja entrever que su posicionamiento se ha fortalecido, acompañado también de una profesionalización del sector. Así, actualmente este rubro puede lograr shows que congregan en un solo día hasta 40,000 personas en programación de fechas consecutivas, tal como lo hizo el Grupo 5 el año pasado y, posiblemente, lo repita en sus presentaciones anunciadas para abril próximo. Pero, ¿cuánto mueve la industria de la cumbia peruana?
El CEO de HTA Entertainment, Hugo Tolentino, en diálogo con Gestión, sostuvo que este rubro es bastante dinámico y de cifras poco constantes, dado que están sujetas a la calidad del show y al nivel de los artistas.
El espectáculo distingue dos escenarios; el de los grandes conciertos, con capacidad entre 20,000 y 40,000 personas, realizados generalmente en explanadas o estadios; y los populares en Lima Norte o periferias, con aforo para un aproximado de 6,000 asistentes.
“Un concierto de estadio solo en inversión de producción, sin incluir la parte artística, no baja de US$ 500,000. Se trata de conceptos relacionados al escenario, logística, personal operativo, alquiler de local, entre otros. Mientras, en las periferias, la inversión para montar un show se reduce y puede estar entre los S/ 400,000 y S/ 600,000, considerando los artistas de cumbia, cuyo contrato oscilaría entre los S/ 80,000 y S/ 200,000″, indica.
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Los precios de entrada también varían, según la magnitud del show. Tolentino, quien recientemente organizó el festival Vibra Perú, donde participaron agrupaciones de cumbia como Armonía 10 y Agua Marina, explica que en estos grandes eventos, el ticket promedio es de S/ 150, mientras que en espectáculos más pequeños, la cifra bordea entre los S/ 60 y S/80. Sin embargo, vale indicar que en conciertos en recintos como el Estadio Nacional, donde próximamente el Grupo 5 tendrá tres fechas, las entradas llegan hasta los S/ 400.
Al respecto, el presidente de Clientes Especiales de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (Apdayc), Marlon Castro, señala que los eventos que se realizan en las afueras de Lima suelen ser actividades que no generan competencia, dado que no superan la taquilla de S/ 360,000, cuya cifra es determinante para la institución a modo de ser calificados como megaconciertos.
Sin embargo, reconoce que en los últimos años han surgido iniciativas en los grupos de cumbia y sus representantes en torno a los aniversarios, donde la taquilla logra superar los S/ 360,000.
“Estos espectáculos sí proponen ingresos más altos, como sucede con Grupo 5 y sus tres presentaciones del año pasado en el Estadio San Marcos. También lo quiso hacer Agua Marina y así lo podrían hacer otras agrupaciones de trayectoria como Armonía 10 y demás”, expresa.
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El costo de los artistas y los ingresos
Tolentino afirma que el monto destinado para el contrato de artistas, en eventos grandes, donde usualmente se presentan entre 10 a 12 grupos o cantantes, es el doble del costo que implica montar el show.
“Si la inversión total es de US$ 500,000, la mitad, que es como S/ 900,000, se destina para el contrato de artistas nacionales y quizá un internacional, con un rango de entre S/ 60,000 y S/ 70,000 por cada uno de estos cantantes medianos. El artista principal es más caro”, explica el empresario, quien prefirió no ahondar en el costo de las más importantes agrupaciones de cumbia.
No obstante, según fuentes del medio, consultadas por Gestión, los grupos más importantes de cumbia del país pueden llegar a cobrar hasta S/200,000 por presentación, cuyo monto también incluiría el traslado de su propia logística como el escenario, sonido y luces.
El representante de HTA Entertainment confirma que hoy las agrupaciones también invierten en su propia puesta en escena como forma de asegurar un espectáculo de calidad, sobre todo en provincias, donde las facilidades para una presentación de envergadura es más limitada.
“Las agrupaciones gastan ahora en equipos, pero también en vehículos, de tal modo de que mientras estén terminando una presentación en un punto A, el escenario ya se está armando en un punto B”, refiere.
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Tolentino también aclara que cada vez son más las situaciones en que el propio grupo es el organizador o socio principal del montaje de sus espectáculos, sin la intermediación de un productor. “Son diversos los factores, desde la rentabilidad hasta asegurar la calidad del show”, añade.
En este punto, el empresario también resalta que tras la pandemia, los artistas llegaron incluso a triplicar los precios de su show. Una situación similar ocurrió con los costos de los equipos y con el contrato del personal debido al aumento en el costo de vida.
“También es una realidad que no todos los eventos son un evento. De 10, unos 7 pueden fracasar y no lograr recuperar la inversión”, sostiene.
Las ganancias en estos show pueden estar por encima del 30% de los ingresos, en situaciones de informalidad; en tanto, que en espectáculos formales puede llegar al 8%. “Solo en pago de tributos a Sunat, Apdayc y la Unión Peruana de Productores Fonográficos (Unimpro) se va cerca del 40% de los ingresos”, agrega.
Respecto a la venta de bebidas alcohólicas y comida, el vocero de HTA Entertainment indica que estos conceptos se derivan al productor, considerando un ticket promedio de consumo en eventos de cumbia de S/ 50 por persona. “Pero del total obtenido, se debe restar el costo del producto y de la operación de venta, lo cual significa como un 30% o 40%. El resto es la ganancia operativa”, enfatiza.
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El local del show
Castro y Tolentino coinciden en que en Lima no existe una oferta importante de locales para llevar adelante espectáculos artísticos. El ejecutivo de HTA Entertainment afirma que esto genera que se empiece a evaluar lugares ajenos al centro de la capital como nuevos recintos.
“Recientemente realizamos Vibra Perú con una variedad de artistas y con un aforo de 12,500 personas, y lo organizamos en el Green Arena de Lurín. Nos ha ido bien e incluso hemos formado una alianza estratégica para seguir haciendo los festivales de Vibra Perú 5ta y 6ta edición”, remarca.
El Estadio Nacional y el Estadio de San Marcos son los lugares con aforos de 40,000 personas. Luego, están los recintos medianos como el Circulo Militar, la explanada del Parque de la Exposición y los espacios del Jockey Plaza.
“También está el Estadio Matute como un espacio importante, pero los empresarios no se han arriesgado a invertir”, explica.
Tolentino anota que los eventos en estadios tienen un precio de alquiler por encima de los S/ 300,000, sujeto a días de armado y disposición de luces externas. “En las afueras de Lima, el arriendo es menos de la mitad, pero el gasto adicional proviene de la implementación de transporte para los asistentes y también el acondicionamiento de estacionamientos”, añade.
Finalmente, el empresario destaca fuera de Lima lugares como el fundo Mamacona y Lima Polo Club.
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Bachiller en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Santa. Con 11 años de experiencia profesional en comunicación escrita y digital. Trabaja en el Diario Gestión desde noviembre del 2021. Laboró anteriormente en la Sociedad Nacional de Industrias y el diario La Industria de Chimbote.
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