Hace 20 años tres socios inauguraron el primer local del restaurante especializado en carnes y parrillas LongHorn en el Jockey Plaza, y hoy cuentan con 11 tiendas, en Lima, Piura, Cajamarca y Huancayo.
Así, la empresa tenía en sus planes abrir hasta cuatro locales más ubicados en La Molina, Miraflores, Cusco y Arequipa; sin embargo, los efectos de la pandemia retrasaron los proyectos.
Asimismo, cuentan con otro proyecto en lo que será la nueva sede de Real Plaza ubicada cerca al Óvalo Higuereta, aunque por ahora está en stand by.
“La opción de Cusco la hemos desechado totalmente por el turismo, y Arequipa la hemos paralizado por el momento. En La Molina, el operador del centro comercial decidió postergar la continuación de la obra, mientras que, en Miraflores sí es una tienda con puerta a calle”, comentó Javier Mena, gerente general de LongHorn.
“Este se tuvo que suspender porque se encuentra en una zona básicamente turística. Pero se retomará con la reactivación de los vuelos internacionales y del turismo receptivo”, dijo.
Estrategia
Javier Mena también indicó que debido al COVID-19, tuvieron que armar una flota de hasta 18 motorizados para abastecer del servicio de delivery en cinco de sus locales, mientras que, en el resto, continuarán con la colaboración de apps de reparto.
En tanto, tuvieron que adecuar su mobiliario para un aforo de hasta 50% en los locales, impulsaron el canal digital con lo que hoy representa hasta un 20% de las ventas -cuando antes llegaba a 8%- el equivalente de hasta al menos dos tiendas.
“Hemos adecuado la carta, retiramos productos especializados y ya no los hemos vuelto a incluir hasta tener el salón completo. Nos hemos quedado con productos con mayor rotación. Además, los proveedores nos ayudaron a mantener los mismos precios en carnes y vinos hasta diciembre”, refirió.
“Ahora estamos a un 70% en ventas respecto al 2019. La fidelidad del cliente ha sido muy buena. Debemos haber reducido en un 15% los productos de la carta, sobre todo los de mayor precio. No es momento de ofrecer un tomahawk de S/200 o un vino por encima de los S/600. Antes teníamos más de 50 etiquetas de vinos, hoy contamos con 38”, detalló.
Operación
En paralelo, lograron acordar con los arrendatarios en centros comerciales para que los costos estén en proporción a las ventas. Así, el costo de ocupación se mantiene en hasta el 12% de los ingresos bajo una revisión de dichas cifras mes a mes, dijo el ejecutivo.
En esa línea, Mena estima que, hacia mediados del próximo año, las ventas estarán al mismo nivel que en prepandemia. A su vez, mencionó que los hábitos de consumo han cambiado entre sus clientes, por lo que ahora el consumo es más constante a lo largo de un día y menos incidente en horas específicas.
Así, a través de una reorientación hacia el consumidor, hoy los comensales acuden en distintas horas pasadas el almuerzo; no obstante, el ticket promedio ha bajado por el momento levemente. Los efectos de la pandemia también llevaron a que la empresa genere otra línea de negocio que se suma al delivery y al recojo en tienda.
Se trata de la tienda de productos de carnes congeladas con cadena de frío, donde el ticket promedio asciende a los S/350. El ejecutivo anotó que dicha línea se mantendrá hacia adelante para ofrecer una mayor gama de oportunidades.