La reconfiguración del negocio de Cruz del Sur tras la pandemia

Este es el caso del transporte institucional que, no solo ha crecido, también ha logrado convertirse, a la fecha, en el negocio más importante de Cruz del Sur, firma tradicionalmente enfocada en viajes de pasajeros de larga distancia y en menor medida al transporte de carga (encomiendas).

“Antes de la pandemia, el transporte de personal representaba el 28% de nuestros ingresos, hoy supera el 50%, y ha empezado a tener nuevas oportunidades de expansión, por lo que esperamos que este porcentaje se mantenga, pese a la recuperación de la división interprovincial”, estima Juan Kresalja, gerente de dicha división.

Explica que, sin duda, el sector minero ha sido clave en este proceso y en la reconfiguración de las actividades de la compañía, ya que en plena crisis sanitaria no paró y, por el contrario, requirió más de sus servicios.

Además, revela que recientemente han ganado dos clientes más con quienes empezarán a trabajar entre octubre y noviembre. “Esto nos permitirá crecer más de lo proyectado a fin de año”, agrega.

“En los últimos meses se han producido algunos accidentes relacionados al transporte de personal en mineras, lo que ha llevado a que se revalúen y refuercen este tipo de servicios con empresas que garanticen una mayor seguridad, a fin de que se reduzca al mínimo la posibilidad de riesgo de accidentes”

Ante ello, destaca que empresas que antes no los miraban han llevado a considerarlos, debido a que tienen los estándares más altos de seguridad en la industria y una serie de programas que les permiten reducir los riesgos. “posiblemente seamos un poco más caro que la competencia Somos la primera empresa de transporte institucional de la región en recibir la ISO 39001 (sistema de seguridad vial), además de tener una larga experiencia de 20 años”, anota el ejecutivo.

Detalla, por ejemplo, que tienen unos relojes de control biométrico que les permite contabilizar las horas de sueños reparadoras de sus conductores, información que llega en línea antes de cada viaje a su central de monitores para saber si el piloto está apto o no para conducir; esto también viene acompañado de un programa de fatiga y somnolencia, entre otras herramientas.

Nuevos sectores

Kresalja, señala que ahora el objetivo es expandir el servicio de transporte de personal más allá de la industria minera, apuntando al sector industrial, agroindustrial e, incluso, educativo, cuando se reanude la presencialidad (especialmente universidades). “Si bien no es un negocio muy rentable, aquí apuntamos al volumen y lo vemos interesante porque las exigencias son menores en cuanto al tiempo de las unidades a utilizar”, confiesa.

Por ahora, explica, están en la etapa de prospección para entender las necesidades que tienen estas empresas y así llegar con una propuesta de valor ad hoc a la que necesitan, ya que sus requerimientos no son los mismos que los de una minera.

Adelanta que ya han hecho algunas cotizaciones muy puntuales que les han servido para hacer algunas correcciones e y una reconfiguración para tratar de ser más competitivos en cuanto a precios, ya nuestros estándares son muchos más altos.

“A diferencia de las mineras, otros sectores no tienen la misma rentabilidad y hay que ajustarnos a eso, porque también hay mucha competencia, empresas de transporte de turismo y movilidad escolar han migrado al transporte de personal. En la industria y la agroindustria hay cientos de empresas dedicadas a este servicio”, enfatiza.

A la fecha, Cruz del Sur transporta casi dos millones de personas al año y recorre más de 9 millones de kilómetros. Recuerda que durante la pandemia han llegado a picos de casi 230 unidades operando a la vez y más de 500 conductores, para lo cual se han apoyado mucho en la unidad interprovincial.

“En lo que va del año, hemos crecido alrededor del 16% y hemos renovado tres importantes contratos de cinco años, lo cual es positivo y refuerza la preferencia por parte de nuestros clientes”, concluye.