En la industria de las franquicias peruanas el sector gastronómico representa un 65%, sin embargo, con el cierre de los restaurantes -como medida para contener el avance del COVID-19- dicha participación caerá este año y ahora se optará por emprender en otros rubros enfocado en el nuevo consumidor ‘Covid -Shopper’ que nace en medio de la crisis.
Así lo menciona Luis Kiser, presidente de Front Consulting Perú y ex presidente de la Cámara Peruana de Franquicias, al explicar que el crecimiento de las franquicias en el país se debió en gran parte al boom gastronómico por la que se atravesaba, pero el coronavirus ha frenado su avance.
En conversación con Gestión.pe, señala que de los 2,300 restaurantes que hay en Lima, solo el 10% estaba preparado para hacer el servicio de delivery durante la primera etapa de la reactivación de la economía, sin embargo, de ese 10% solo la mitad ha tenido “buenos resultados”.
Y es que según precisa, el delivery representa solo el 20% de los restaurantes como línea de negocio, en tanto el 80% restante representa la atención al público, el mismo que empezaría a darse a partir del 1 de julio, pero con aforo reducido y con los respectivos protocolos sanitarios.
“Entonces a los negocios que han hecho delivery no les está yendo tan bien, simplemente les va a permitir sobrevivir hasta llegar a la siguiente etapa donde ya se permita con un aforo reducido, el de poder atender al público que es el fuerte de los ingresos de un restaurante”, sostuvo.
Bajo este panorama indica que las franquicias en el Perú, en general, ahora están obligadas a reinventarse, en donde deberán adoptar su servicio o productos a las nuevas condiciones del mercado y se deberán adaptar al perfil del nuevo consumidor llamado ‘Covid-Shopper'.
“Tiene que haber un trabajo de re-conceptualización de las franquicias ¿por qué? Porque la franquicia va ser bastante demandada, porque la franquicia ‘persé’, por sus ventajas intrínsecas del modelo, permite reducir la curva de riesgo y el aprendizaje que exista respecto a lo que representa el riesgo mayor en los emprendimientos primarios, es decir, emprendimientos sin experiencia, donde la taza de mortandad es mucho mayor”, dijo.
El nuevo perfil
El experto indica que el modelo actual de una franquicia, cualquiera que sea, ya no servirá puesto que el mercado no consumirá lo mismo, de manera que se habla de un consumidor golpeado por la crisis, y es la que sienta las bases para el consumidor ‘Covid-Shopper’.
De este modo, indica que en este nuevo perfil predomina el consumo de la canasta familiar, productos de salud, de medicina, belleza, educación y tecnología, dejando atrás otro tipo de gasto.
Señala que la cuarentena ha dejado las enseñanzas de la alimentación natural pues ahora el hecho de ser obeso era una limitante para trabajar y un riesgo de muerte, por lo que se está condicionando a tener una alimentación mucho más sana.
“La gente está aprendiendo a cocinar en su casa, está ejercitándose y eso da opciones para tener aparatos de gimnasio o tener comida preparada para que uno pueda cocinar en su casa. Entonces, también se ha abierto ciertas posibilidades de negocios, negocios educativos, de capacitación online, post grado online, maestría online, que siempre ha existido pero ahora se potencian”, refiere.
En el otro lado, indicó que los sectores que reportarían una caída será todo lo relacionado al lujo, puesto que no habrá donde lucirlos, esto considerando que las medidas de inmovilización social continuarán pasada la cuarentena, la cual termina este 30 de junio
De este modo señaló que para las franquicias, al igual que cualquier negocio, ahora el objetivo principal es reorganizase y sobrevivir, sobre todo hasta que haya una mayor normalidad de consumo y se recupere cierto niveles que permita crecer y expandirse nuevamente. La idea -destaca- es escoger los conceptos sustentables que se adapten a la nueva etapa post covid.
Kiser sostiene finalmente que la industria de franquicias en Perú mueve US$ 300 millones anualmente y para este 2020 se esperaba crecer a una tasa 20%, una proyección que bajo los nuevos patrones de consumo ahora resulta difícil se concretar.