En una casa en Chorrillos, de más de 100 metros cuadrados, todos los días, entre las 5 de la mañana y las 3 de la tarde, se preparan más de 70,000 alfajores diarios, sin contar el resto de dulces y postres salados que son parte del abanico de productos que ofrece una de las más emblemáticas microfranquicias peruana, La Casa del Alfajor.
“Empezamos en 1983 en Surco, pero nuestra primera planta la instalamos en Los Cedros de Villa, Chorrillos, en 1995. Desde ahí abastecemos a los 17 locales propios que tenemos en el país”, cuenta el gerente general de la marca, Hernán Pareja, a gestion.pe. Pareja junto a su esposa Marcela Silvia fundaron la empresa hace 35 años.
Su siguiente paso fué introducirse al formato franquicia, con el que ya cuentan con cinco locales en Lima y seis en provincias. La idea de Pareja es seguir creciendo en provincia sobre todo en la zona norte, y no solo con franquicias, con el que ha llegado a Piura, Chiclayo, Ica, así como Trujillo; también expandir su línea de “casitas propias”. “Entramos un tiempo a Arequipa pero con las huelgas nos cortaron las ventas”, contó. También exportan a siete países de la región, incluyendo Estados Unidos. Pero va por más.
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¿Piensan en la internacionalización? “Mi gran sueño es llegar hasta Europa, pero ahorita estamos todavía recuperándonos de lo que pasó en pandemia (evita mencionar cuánto fue la caída en ventas). Pero a Estados Unidos la meta es más cercana. Mi hijo ya está ahí para analizar posibles locales propios, queremos seguir creciendo, pero también tenemos ciertos trámites que regularizar”, anota.
Hernán Pareja se refiere a dos problemas en concreto. Cuenta, por un lado, que entre el 2019 a la fecha invirtieron más de S/ 100,000 para hacer modificaciones a su planta de Chorrillos a fin de extender su horario de funcionamiento y así, duplicar su capacidad actual de producción, sin embargo -dice-, Indeci nunca terminó de inspeccionar las modificaciones. “¿Cómo podemos seguir creciendo o sacar nuevos productos si estamos preocupados por otros trámites?”, observa.
Un segundo tema pendiente es la construcción de su nueva planta en Lurín. “Queremos retomar el proyecto en el corto plazo, ya tenemos los planos”, indica. No obstante, el área de 1,200 metros cuadrados que adquirieron al sur de Lima primero deberá pasar por el saneamiento físico legal ante la municipalidad distrital. “Ya llevo más de 10 años peleando por los documentos, esperamos que la nueva administración nos atienda”, comenta. En este lugar se trasladaría la parte láctea e industrial de la planta de Chorrillos.
¿Prepara nuevos lanzamientos? Hernán Pareja indicó que acaba de lanzar un nuevo sabor: el alfajor multicereal, pero aún en cantidades pequeñas debido a los límites de su actual capacidad de producción. “También estamos trabajando en relanzar las presentaciones actuales que ya tenemos bajando el nivel de azúcar porque la gente se está cuidando. Nos gustaría explorar con otros sabores de frutos más exóticos, pero primero está pendiente regularizar los trámites ante las alcaldías”, subrayó.
La marca mantendrá su producto Alfa-Pack, una presentación de alfajores de chocolate, maicena y los tradicionales; así como el dulce pack, con el famoso turrón de Doña Pepa, Ambos son de los productos más demandados de la marca, haciendo honor a su slogan “el que viene una vez, regresa otra vez”. De hecho, el éxito les ha permitido tener un stand propio en la zona Duty Free del Aeropuerto Jorge Chávez.
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Franquicias emblemáticas
Y así como La Casa del Alfajor, hay otros modelos de franquicias emblemáticas ‘made in Perú'. Hablamos de la ahora cadena de peluquerías Montalvo o marcas valoradas como Renzo Costa. Adicional a ello, dice Jesús Ochoa, presidente del Comité de Franquicias de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), están marcas como Umari, un fast food de comida selvática, también Disfruta y hasta restobares como Barbarian y La Cerveceria, Pappas Queens, Café Valentini; entre muchas otras “microfranquicias”.
¿Y quiénes están interesados en adquirir estas marcas? “Los principales inversionistas son emprendedores de clase media progresista con interés de rápido retorno de inversión con ahorro propio de dinero. Son emprendedores locales peruanos y de diversos países de la región Latinoamericana, principalmente Ecuador, Chile, Bolivia, entre otros”, dice Ochoa en diálogo con gestion.pe
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La inversión inicial en este segmento de marcas-franquicias -agrega- asciende entre los US$ 5,000 y US$ 50,000 en total.
“Hablamos de franquicias emblemáticas, no tradicionales, que han logrado salir adelante en base a la perseverancia, decisiones que demuestran liderazgo, y eso es lo que venden, son marcas que enorgullecen pese a que pocas veces hay apoyo institucional. Para lograr ser más competitivos también requerimos un mejor involucramiento de la Cancillería. como lo hace México y Brasil”, finaliza.
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