Ante la llegada del COVID-19 al Perú, varias empresas se vieron obligadas a replantear sus líneas de producción; ello, a fin de poder mantenerse en el mercado y evitar el perjuicio que significó la baja demanda de algunos productos.
Ese fue el caso de Kaparoma, empresa fabricante de uniformes escolares, la cual aterrizó en la confección de uniformes para la industria y personal médico, según señaló su gerente general, Elva García de Ruiz.
“Hemos tenido dos años de receso con la pandemia; sin embargo, como teníamos otra alternativa que era la confección de uniformes para la minería, pesca, oficina y también para el personal de salud, decidimos enfocarnos en esas producciones, que ha sido a lo que se ha dedicado la empresa en este tiempo”, refirió.
García recordó que la epidemia en el 2020 provocó que casi la mayor parte de la producción de su línea principal, que es la de uniformes escolares, se quedará en almacén, pues las clases en los colegios particulares se suspendieron.
“El negocio tuvo un giro; empezamos más fuerte en la confección de indumentaria industrial, a lo que se unió todo lo que es ropa para personal médico, desde los uniformes hasta las sábanas, abasteciendo a las clínicas y personal de salud”, explicó Elva García, quien dijo que también se iniciaron en la importación de mascarillas KN95.
Campaña escolar
Para esta campaña escolar, Kaparoma confeccionará indumentaria escolar para los colegios privados; ello, a partir del stock de materia prima y prendas terminadas del 2020. García señaló que, teniendo los insumos, lo único que se trabajarían serían las tallas más demandadas por el cliente.
“Tenemos en stock materia prima y uniformes para el invierno. Lo que sí se prepararía es el uniforme para verano como short, polo de educación física; eso sería lo que se abastecería de una manera proporcional, de acuerdo a las condiciones en que se den las clases presenciales”, mencionó.
Mercado exterior
La gerente general de Kaparoma señaló si bien en Perú dejaron de tener pedidos de uniformes escolares, continuaron proveyendo de esta indumentaria a otros países como Japón y Estados Unidos, en donde las clases continuaron.
“También vendimos a Colombia, en donde las clases se reiniciaron en octubre del año pasado”, anotó.