Luego de un 2022 marcado por una inflación no vista en más de dos décadas (8.5% a nivel nacional), el consumidor peruano tiene al alza de precios como el factor que determinará sus actitudes y hábitos de compra en el 2023. En esa dinámica, algunos rubros y canales marchan con cierta ventaja, aunque ninguna marca tiene asegurada la lealtad de sus clientes, según revela el estudio el Consumidor 2023: Actitudes, Expectativas y Tendencias, de Ipsos Perú.
Javier Álvarez, director senior de Trends en dicha empresa, señaló que el 87% de peruanos considera que los precios seguirán elevándose el 2023, mientras que 32% piensa que los ingresos caerán y 44% que éstos se mantendrán. Así, para el 83%, el 2023 será un año de gasto, principalmente, por obligación.
“La percepción apunta a un año de gasto por alza de precios. Tras un 2022 en el cual muchas familias no recuperaron sus ingresos (perdidos por la pandemia), piensan que saldrá más dinero de que generarán”, comentó, tras referir que el 17% restante sí podrá ahorrar porque tiene la posibilidad y por convicción.
En ese contexto, algunos canales y rubros de compra marchan con cierta ventaja de cara al consumidor. En detalle, el referido estudio indica que el gasto en establecimientos del canal tradicional (bodegas, mercados y otros) se elevará; mientras que el mismo en el canal moderno se contraería.
“No estarían dejando de ir al supermercado (canal moderno), pero sí comprando más ciertas categorías en el canal tradicional. Hay toda una mezcla de canales y una tendencia a buscar ahorro en bodegas y mercados. En el canal moderno, hay espacio para estrategias promocionales”, anotó.
Por rubros, el mayor grupo de peruanos (81%) proyecta incrementar su gasto en alimentos y bebidas para el hogar, seguido de servicios básicos (26%), productos de aseo personal (25%) y de limpieza (20%). En estos dos últimos rubros, el mayor gasto respondería a la importancia que las personas dan a la higiene y la salubridad tras la pandemia.
Una necesidad que desafía la lealtad
Ante el alza esperada de precios, el 44% de los consumidores buscará lugares más económicos para comprar, el 40% irá tras promociones y 35% ajustará su presupuesto en algunos productos. Si bien Álvarez recuerda que los peruanos siempre han sido “cazadores de ofertas”, la inflación fortalecería esta característica.
En ese sentido, la necesidad por gastar de manera “inteligente” desafía la lealtad hacia las marcas. Así, el estudio de Ipsos Perú indica que el 50% de los encuestados las cambiaría si éstas aumentan su precio, el 42% lo haría si la calidad disminuye y 21% si registra una mala experiencia con el producto.
“La gente se da cuenta si el producto pierde calidad o tamaño. Sobre opciones de reducir gramaje, la gente reclama. No quiere. Es algo que se debe evitar. La gente quiere que se creen alternativas más baratas”, manifestó, en el marco del Día de las Tendencias del Consumidor, fecha que Ipsos Perú busca instaurar el 21 de marzo.
Por su parte, Daniel Chicoma, profesor de los Programas en Marketing Digital de ESAN Graduate School of Business, también consideró que la inflación y coyuntura política pueden impactar en la fidelidad del consumidor a las marcas.
“Actualmente tenemos infinidad de sustitutos e incluso, soluciones hechas en casa que son de bajo costo, sostenibles y eco amigables. Ya desde hace un tiempo, los consumidores no solo se fijan en la marca, sino en el precio, y casi con igual importancia, en la composición del producto”, declaró a Gestión.
En su opinión, es importante apuntar hacia los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Y es que, en el contexto del ciclón Yaku como un resultado del cambio climático, las personas están comenzando a tomar conciencia sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente y de alguna manera puede influir en sus decisiones de compra.
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Los planes para el 2023 y un sector “sorpresa”
Aun en un entorno de precios altos, las prioridades de los peruanos no cambian, entre ellas, la educación. Y es que, según el estudio de Ipsos Perú, el 25% de los consumidores planea gastar en su carrera profesional, alguna especialización o idioma, y posgrados.
“Los peruanos tenemos clarísimo que la educación es un motor de desarrollo. Lo vemos hace décadas y seguimos pensando así”, expresó Álvarez, tras destacar que otros planes de gastos están vinculados a la mejora del hogar (22%), comprar propiedades (16%) y al cuidado personal (10%).
En tanto, también destacó el despegue del entretenimiento como un sector “sopresa” tras la pandemia. Así, si bien el mayor grupo (59%) de consumidores saldrá a gastar, un sector aún más grande (71%) tiene la percepción de que los peruanos ya lo vienen haciendo.
“Atribuyen ello al deseo de vivir el hoy. En anteriores tiempos de alza de precios, la gente estaba en casa y no salía, pero esta vez la inflación viene después de la pandemia, se han revalorado muchas cosas y la gente piensa que el futuro es hoy”, finalizó.
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CLAVES
E-commerce. 57% de peruanos en las zonas urbanas ya compra por internet.
Incomodidad. 41% de consumidores no quiere que se les pida el número de DNI en la caja al pagar.
Restaurantes. Son los espacios de entretenimiento habitual para el 48% de peruanos.
Pet lovers. Seis de cada 10 hogares peruanos tienen una mascota.
APUNTE
Un año de compras de prevención
Daniel Chicoma Lúcar
Profesor de los Programas en Marketing Digital de ESAN Graduate School of Business
El 2023 se presenta como un escenario plagado de crisis: política, inflación, desempleo y desastres naturales. Sin embargo, muestra un crecimiento sostenido en el ámbito del comercio electrónico. El consumidor al 2023 es un comprador curtido. Se mantiene en expectativa ante de la crisis política porque no tiene certeza de lo que vendrá. La inflación y el desabastecimiento, ya sea por bloqueos o desastres naturales, supondrá compras de prevención o compras por selección; es decir, establecer necesidades y formas de satisfacerlas. En este caso, tendrían que considerar costo-beneficio en función de los productos y marcas por comprar. En el caso de que la crisis política se acentúe, habría una reducción en torno a la adquisición de productos suntuosos o servicios, como, por ejemplo, de índole académica, digamos, una maestría presencial por la que ya no pagaré S/ 50,000 si no S/15 000 y que se dicte online. En seguros, se buscarán opciones cómodas en precio que ofrezcan un abanico de opciones, o seguros propios de las clínicas. O incluso, se va a considerar la creación de negocios propios. Frente a estas situaciones, las marcas deberían mantener los precios asequibles para el consumidor, ampliando a líneas de productos no tan caras. En algunos casos, la marca pesa más que el producto en sí. Se deben ampliar los canales de venta, ofrecer múltiples formas de pago y evitar el desabastecimiento. En otros casos, pueden darles cabida a las necesidades y sugerencias del consumidor en lo que respecta a la co-creación, que puede derivar en la personalización de productos o servicios. Esta idea no es nueva, pero está regresando.
FICHA TÉCNICA:
Muestra: 1,202 hombres y mujeres en Perú.
Edades: 18 a 70 años.
NSE: A, B, C, D y E.
Técnica: Encuesta en hogares.
Fecha de campo: 11 al 22 de febrero del 2023.
Ámbito: Nacional.