Cusco es una zona atractiva para los inversionistas, quienes ven en esta región una interesante oportunidad para el retorno de sus desembolsos, principalmente, en inversiones vinculadas al turismo. Pero, entonces, ¿cuáles son los motivos por los que no se concretan estos planes?
El presidente de la Cámara de Comercio de Cusco, John González, explicó que, en esta última etapa, fueron cinco los grupos de empresarios de origen europeo que pidieron informes para la ejecución de proyectos de hoteles de cuatro y cinco estrellas.
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Los lugares a los que apuntaron estos inversionistas son la ciudad de Cusco y el Valle Sagrado, especialmente, Urubamba. Este último lugar a solo 25 kilómetros de la estación de tren de Ollantaytambo que es una ruta frecuente de los turistas que desean llegar hasta la ciudadela de Machu Picchu.
“La última comunicación que tuve sobre este tema ha sido hace aproximadamente un mes. En alguno de los casos, se trata de empresarios que ya han realizado inversiones en otros lugares del país y que evalúan nuevos desembolsos, pero esta vez en Cusco”, explicó González.
Desincentivo
González manifestó que, pese a que permanentemente existe la predisposición para invertir en el Cusco, son tres los puntos que desmotivan a las iniciativas. Al respecto, mencionó los altos precios del metro cuadrado, la burocracia existente para edificaciones en el centro de Cusco y la actual crisis política e inestabilidad jurídica.
Según el empresario, el promedio del metro cuadrado en el centro de Cusco se cotiza por encima de US$ 3 mil, mientras que, en el Valle Sagrado, el valor en algunas situaciones sobrepasa los US$ 200 cuando antes de la pandemia eran de cerca de US$ 100.
“En el centro histórico las condiciones de construcción son más restrictivas por el control del Ministerio y la gerencia de Cultura de la municipalidad provincial. Sucede que a veces, al momento de hacer excavaciones, se encuentran restos arqueológicos, lo que termina generando una burocracia de permisos y, por ende, retrae las inversiones”, anotó el representante.
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Turismo
El representante de la Cámara de Comercio de Cusco afirmó que los flujos de visitas nacionales y receptivos, en su conjunto, solo ha permitido que a la fecha la actividad se recupere aproximadamente a un 70%.
Esta condición a su vez, sigue impactando en la ocupación de los hoteles, los cuales, de acuerdo a González, no han sincerado los costos de prepandemia y solo viene haciendo ajustes que se condicen con las alzas en los precios de algunos productos.
“El aforo de Machu Picchu debe retornar a la cifra de ingresos diarios que tenía en prepandemia, que era de cerca de 6 mil turistas, hoy solo es de 4,044 por día. Así también, regularizarse esa venta de 1,000 entradas diarias que se efectúan hoy en Machu Picchu pueblo; lo correcto es que la venta del 100% de boletos sea vía electrónica”, refirió.
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