Si bien el crecimiento de las agroexportaciones en los últimos años ha sido destacable, el sector enfrenta amenazas que podrían frenar su desarrollo.
El director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agroexportadores (AGAP), Gabriel Amaro, señaló que las inversiones del sector están paralizadas, pues hay incertidumbre por medidas como los cambios en la ley de tercerización, iniciativas de limitación de propiedad de la tierra y la demora en apertura de nuevos mercados.
“Hay potencial para más inversiones en agroexportaciones, pero todo está paralizado por esta incertidumbre. Desde el Gobierno se dice de forma pública que buscan promover las inversiones, pero en las acciones concretas eso no se muestra”, subrayó Amaro.
Agregó que el panorama para el sector se complicó tras el cambio de la Ley de Promoción Agraria (a fines del 2020). “Hasta antes de ese cambio se tenía previsto que en cinco años se iban a invertir en 30,000 nuevas hectáreas de cultivo, pero todo está frenado, y continuará mientras sigan anuncios como nueva reforma agraria, pues todo eso genera incertidumbre y desincentiva las inversiones”, sostuvo el ejecutivo.
Frente a este panorama, muchas compañías están prefiriendo invertir en otros mercados vecinos, indicó Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).
“Los grandes agroexportadores que operan en el Perú han optado por invertir más en países como Chile o Colombia, donde tendrán más certeza sobre la rentabilidad a generar”, señaló.
Recordó que el sector agroexportador no tradicional ha crecido en alrededor de 15% en promedio en la última década. “Pero al no haber nuevas inversiones, para el 2023 el sector ya no crecerá a dos dígitos, y de continuar la situación así, el boom agroexportador empezará a frenarse”, advirtió Zacnich.
Amaro explica que hay una mesa de trabajo con representantes del Ejecutivo, en la que espera que se tomen en cuenta las propuestas del sector agroexportador, para mejorar la competitividad. Se buscará consensuar un proyecto de ley para flexibilizar la regulación laboral.
Nuevos mercados
Otra amenaza para el sector es la falta de apertura de más mercados para los productos agrícolas con potencial exportador, indicó Amaro.
“Por ejemplo, falta el ingreso de los arándanos a Corea del Sur, Indonesia y Japón, mercados importantes. También está pendiente el ingreso de la granada a China, Corea del Sur y mejorar su acceso a EE.UU. Otro caso es el de la pitahaya, falta su ingreso a EE.UU. y China. Hay muchos mercados por abrir”, remarcó Amaro.
El ejecutivo refirió que el Servicio Nacional de Seguridad Agraria (Senasa) debería ser fortalecido con un mayor presupuesto. “Y que tenga un trabajo coordinado con el sector privado, pues somos las empresas las que vamos a invertir. Las agroexportaciones líderes como la uva y palta también requiere de nuevos mercados”, anotó.
Por su parte Zacnich subrayó que la labor de Senasa es clave para romper las barreras fitosanitarias y así abrir nuevos mercados. “El presupuesto de Senasa no ha crecido al mismo ritmo que el sector agroexportador. Hace un buen trabajo, pero lo podría hacer mejor con un mayor presupuesto”, anotó.
Datos
Irrigación. Otra traba para el sector es la demora de los megaproyectos de irrigación como Majes, Chinecas, Chavimochic y Alto Piura, indica ComexPerú. “Actualmente la frontera agrícola es de 198,000 hectáreas para la agroexportación, con esos cuatro grandes proyectos, la frontera agrícola se podría duplicar”, subrayó Zacnich.
Proyección 2022. AGAP estima que este año las agroexportaciones podrían crecer en alrededor de 7%, impulsadas por mayores envíos de café y cacao. No obstante, también advierte que algunos cultivos tendrán retrocesos, como el caso de los espárragos, mangos y bananos.
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