
De cara al 2026, la Cámara de Comercio de Cusco proyecta una moderada recuperación de la inversión privada, que podría crecer al menos un 1% y superar los S/ 250 millones en capitales nuevos, siempre que el clima electoral aporte estabilidad. Este eventual repunte estaría impulsado por el dinamismo del sector hotelero, que concentra la mayor parte de los proyectos en marcha. Destacan la operación del hotel Hampton —una de las inversiones más importantes de los últimos años, con más de US$ 20 millones—, el ingreso de cadenas como Melia, Quema y Hacienda Hoteles. A ello se suma la posible reactivación del segundo mall de Cusco y el crecimiento del comercio y el retail en la región. ¿Qué otros proyectos podrían marcar el rumbo económico de Cusco en los próximos años?
Si bien hay proyecciones de crecimiento, la entidad advierte que en 2025 la inversión privada continuará en retroceso y cerraría alrededor del –1%, afectada por la incertidumbre normativa y la persistente conflictividad social. El sector empresarial se mantiene cauteloso y prefiere apostar solo por proyectos ya encaminados. A ello se suma la débil ejecución del gasto público, que hasta septiembre apenas superaba el 60%. En conjunto, estos factores han reducido la capacidad de Cusco para atraer nuevas inversiones este año. No obstante, persiste un interés moderado por parte de algunos inversionistas, que observan oportunidades positivas en la región.
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Nuevos hoteles en Cusco
El sector hotelero es el principal motor de la inversión privada en Cusco en los últimos años, según Fernando Santoyo, presidente de la Cámara de Comercio de la región. El ejecutivo destacó que la inversión más relevante del año ha sido la apertura del hotel Hampton, una infraestructura que supera los US$ 20 millones y que calificó como “la inversión más significativa del 2025”. Este proyecto marcó un precedente importante debido a que, en el actual clima de incertidumbre, la mayoría de inversionistas prefieren adquirir u operar estructuras ya construidas en lugar de iniciar obras nuevas, una tendencia que Santoyo considera característica del momento económico: “no están invirtiendo en un proyecto nuevo, sino están prefiriendo ubicar proyectos ya encaminados”.
A este movimiento se suma la llegada de reconocidas cadenas internacionales y nacionales. Santoyo confirmó que la cadena Melia empezará operaciones sobre una infraestructura ya existente, mientras que el Grupo Quema abrirá dos hoteles: uno en la ciudad de Cusco y otro en el Valle Sagrado. A ello se añade la expansión de la cadena Hacienda Hoteles, que proyecta inaugurar dos establecimientos adicionales el 2026.
Además de los proyectos ya confirmados, el presidente de la Cámara de Comercio de Cusco adelantó que se vienen más inversiones en el rubro para los próximos años. “El sector podría sumar por lo menos cinco hoteles más el 2026”, adelantó Santoyo, quien enfatizó que el rubro hotelero mantiene una dinámica más activa que otros sectores.

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Segundo mall en Cusco
El proyecto del segundo mall de Cusco, continúa en fase de espera pese a su avance técnico y al interés que despierta en el sector retail. Con una inversión estimada de US$ 80 millones, el proyecto ya cuenta con estudios de prefactibilidad, un master plan y análisis económico-financiero listos, pero permanece paralizado por trabas administrativas y falta de luz verde municipal. Su ejecución sería especialmente relevante para la ciudad, ya que actualmente Cusco solo cuenta con un gran centro comercial en operación, el Real Plaza Cusco, el primero y más grande de la región.
Al respecto, el presidente del gremio señaló que el proyecto había avanzado de manera importante, pero quedó paralizado por decisiones de la autoridad provincial. “Esperamos que se reactive para tener un segundo mall en Cusco”, afirmó, al explicar que las trabas municipales y la falta de predictibilidad frenaron su desarrollo. Aun así, la Cámara considera que el mall sigue siendo estratégico para dinamizar el retail, atraer inversión y generar empleo en la región.
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Sectores emergentes: cafeterías y restaurantes
El presidente de la Cámara de Comercio destacó que uno de los sectores emergentes con mayor dinamismo en Cusco es el de servicios de alimentos y bebidas, impulsado por la creciente apertura de restaurantes de especialidad. Según explicó, este rubro se ha convertido en uno de los mercados más inmediatos y atractivos para los inversionistas. “Hay una tendencia en Cusco de la apertura de restaurantes de especialidad”, señaló, subrayando que estas propuestas gastronómicas responden a un visitante que busca experiencias más sofisticadas y de mayor valor agregado. Para el gremio, este movimiento refleja que, incluso en un contexto económico adverso, ciertos nichos culinarios están encontrando espacio para crecer y diversificarse.
Santoyo también subrayó el fuerte crecimiento de las cafeterías de experiencia, un fenómeno reciente que ha llamado la atención del sector empresarial. El dirigente precisó que esta oferta ha aumentado de manera drástica en comparación con la que existía hace poco más de un año, afirmando que “se ha cuadruplicado”. En sus palabras, si antes se contaba con un número reducido de locales de café de especialidad, “hoy día hay por lo menos 400% más”, lo que representa un crecimiento de más de cuatro veces respecto al punto de partida.

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Machu Picchu, el motor del turismo en Cusco
El presidente de la Cámara de Comercio indicó que el turismo en Cusco aún está lejos de recuperarse. Recordó que en 2024 la región llegó al 78% del flujo prepandemia y que este año se esperaba alcanzar el 88%, pero los conflictos redujeron esa meta: “No creemos que podamos pasar del 82%”, afirmó, lo que implica casi 500 000 turistas menos y la no reactivación de 17 000 empleos formales.
Sobre Machu Picchu, Santoyo advirtió que la mala gestión y los conflictos han golpeado su imagen internacional. Los 18 días sin operación generaron pérdidas por más de S/ 90 millones en la región y US$ 45 millones a nivel nacional. “Hemos estimado aproximadamente 2 millones y medio de posteos en redes sociales hablando sobre Machu Picchu de manera negativa”, señaló, explicando que esto incluso llevó a New Seven Wonders a cuestionar su título. Además, la crisis redujo el turismo extranjero, pasando de la proporción prepandemia 60%-40% a 53% receptivo y 47% interno.
Pese al escenario adverso, el dirigente presentó proyecciones de recuperación hacia el 2026, aunque moderadas. Para el próximo año, esperan que Cusco alcance alrededor del 85% del flujo turístico prepandemia, mientras que para Machu Picchu se proyecta superar los 1.5 millones de visitantes. En términos económicos, Santoyo indicó que la meta es que la ciudadela “genere unos 200 millones de soles más” en ingresos, siempre que se implementen cambios en la gobernanza del destino.
Por ello insistió en la necesidad de crear una autoridad autónoma nacional para Machu Picchu que garantice orden, planificación y predictibilidad. “Necesitamos una gobernanza centralizada y no una gobernanza fragmentada”, subrayó, afirmando que solo así el turismo podrá consolidarse nuevamente como el pilar económico de la región.

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Periodista. Escribo para la sección negocios en el diario Gestión de El Comercio. Bachiller por la Universidad Jaime Bausate y Meza.








