La compañía de renting Arval Relsa espera crecer aproximadamente 5% este año respecto al 2021, cifra por debajo de su ritmo de crecimiento promedio anual de entre 10% y 15%, debido a la escasez de repuestos para autos, el incremento de costos logísticos y la desaceleración de la inversión en el país. Sin embargo, espera recuperar el crecimiento a doble dígito en el 2023.
Jaime Pinillos, gerente general de Arval Relsa Perú, explica que la proyección del 5% será posible principalmente por la incorporación de nuevos clientes, que hoy suman unos 500 (corporativos). “Estamos trabajando en un estudio de mercado para identificar, con certeza, cuáles son las empresas con flotas de vehículos”, sostiene el ejecutivo.
Frente a la coyuntura incierta para invertir, también se busca aumentar la clientela con el producto de renting flexible para períodos cortos, de uno a 24 meses, o de rentback, en el que Arval Relsa adquiere la flota existente de un cliente -generando una inyección de capital- para luego arrendársela- incluyendo los servicios asociados al leasing operativo.
En el 2023, Arval Relsa invertirá unos US$ 50 millones en la compra de aproximadamente 2,000 vehículos nuevos para el mercado peruano, tanto para aumentar como para renovar su flota actual, que se calcula en poco más de 6,000 automóviles para el cierre del 2022.
“Eso no significa que pasemos a tener una flota de 8,000 vehículos. Muchos de los 6,000 que tenemos van a pasar al mercado de usados y vamos a renovarlos, y esperamos tener un crecimiento de entre 10% y 12% para llegar a cerca de 7,000 vehículos”, revela Héctor Flores, Sales & Marketing director de Arval Relsa Perú.
La mayor parte de la compra que realizará Arval Relsa se destinará a pickups, ya que aproximadamente el 30% del mercado local, como empresas del sector minería, agrícola y de telecomunicaciones, exige esa categoría de auto por la geografía del país. Le sigue la demanda por furgones (principalmente por compañías de última milla) y vehículos sedanes o SUV para uso ejecutivo.
En Chile, donde Arval Relsa también tiene presencia, la compañía tiene una flota entre un 15% y 20% más grande que en el Perú. En Colombia, el mercado más nuevo, por otro lado, hay más de 1,000 vehículos, y en Brasil, donde la marca opera solo como Arval, cuenta con aproximadamente 25,000. “La facturación está relacionada directamente al tamaño de la flota”, dice Flores.
La Asociación Automotriz del Perú (AAP) estima que hay 3,2 millones de vehículos en el parque automotor local. Arval Relsa calcula que, del total, 500,000 son vehículos corporativos, de los cuales 16,000 forman parte del mercado de renting. Eso equivale a una penetración de entre 3% y 4%, mientras que otros países de la región duplican o triplican la cifra. “Hay mucho espacio para crecer”, sostiene Pinillos, que tasa la participación de mercado de la compañía en el Perú en entre 38% y 40%.
Ellioth Tarazona, gerente técnico de la AAP, considera que la baja penetración del renting se debe a la falta de conocimiento del mercado, pero reconoce que hay avances en la demanda del producto por parte de grandes empresas por la eficiencia operacional que ofrece. “Las empresas prefieren alquilar vehículos a ser propietarios para no hacerse de muchos activos o inventarios”, señala.
Foco en la sostenibilidad
Uno de los principales planes de Arval Relsa a nivel global es electrificar su flota. Al 2025 espera contar con más de dos millones de vehículos rondando en los 30 países en los que opera, de los cuales 700,000 serán electrificados, con el fin de reducir sus emisiones en cerca de 30%.
En el Perú, el 7% de las compras y entregas de la compañía este año se destinará a autos eléctricos, y se espera duplicar dicha cifra de colocación en el 2025. Por el momento, la mayor demanda por este tipo de autos proviene de las compañías internacionales con presencia en el país, aunque Pinillos reconoce que ya empieza a haber interés por parte de empresas de capital peruano, principalmente del sector minero.
Al término del primer semestre de este año, el 1.6% de todas las ventas de autos eléctricos en América Latina se destinó al Perú, lo que equivale a unos 1,190 vehículos electrificados de un total de 73,631 vendidos en la región. México (30%), Brasil (28%) y Colombia (casi 19%) nos llevan la delantera.
Al cierre de agosto, la cantidad de autos eléctricos en el país aumentó a 1,638. Tarazona, de la AAP, revela que la meta es llegar a un promedio de entre 2,400 y 2,500 al cierre del año.
En el 2021, se importaron 118,000 autos eléctricos a Latinoamérica, de los cuales solo 1,455 ingresaron al Perú, mientras que a Colombia entraron alrededor de 17,700; a Brasil, 35,000; y a México, 47,000. En aquel entonces, el país representaba el 1.2% de las ventas de vehículos electrificados en la región. “Estamos subiendo de a poquitos”, apunta Tarazona.
Para el gerente técnico de la AAP, el Perú está rezagado frente a sus pares de la región por la falta de implementación de políticas que incentiven el ingreso y la venta de autos eléctricos, como la reducción de los impuestos de importación y a las ventas (IGV). De los 3,2 millones de vehículos que circulan hoy en el país, el 0.13% son electrificados.
Tarazona considera que sí hay demanda por autos eléctricos, pese a que cuestan alrededor de 30% más respecto a los carros convencionales. “Pero no hay que tener solo eso en cuenta, sino el costo de mantenimiento y de operación”, precisa.
En el 2022, la demanda por autos nuevos en el Perú se mantendrá en niveles muy similares a los de años anteriores, en aproximadamente 175,000 vehículos. Tarazona espera que la cifra aumente hacia mediados del 2023 o 2024 ante la recuperación de los mercados internacionales y la normalización en el abastecimiento de microchips.