En el primer semestre del 2023, el 33.6% de la población de Lima Metropolitana fue víctima de algún delito, mostrando así un incremento frente al mismo periodo del año previo (27%), según el Instituto de Estadística e Informática (INEI). Desde el Gobierno, la respuesta más reciente y tangible ha sido la declaratoria de emergencia en varios distritos, en un contexto de inseguridad que ya pasa factura a los negocios y dueños de locales con puerta a calle en términos de visitas, ventas y renta. Conozca el impacto de esta situación en dicho formato que aún es el protagonista del comercio en Perú.
Eduardo Estrada, gerente general de Confederación Nacional de Comerciantes (Conaco), señaló que la inseguridad ya es trasversal en los corredores comerciales de Lima. Así, el indicador de robo de negocios en Perú se elevó el 2023 (ver gráfico).
Sin embargo, el ejecutivo gremial afirmó que el problema es más crítico en San Juan de Lurigancho (SJL), Los Olivos, San Martín de Porres (SMP), Carabayllo y el Cercado de Lima, donde inclusive acecha el grupo criminal Tren de Aragua, de procedencia venezolana.
“Tenemos en Mesa Redonda y Mercado Central, y en la zona de Abancay, información de que el Tren de Aragua ya llegó, tanto así que hablamos hasta de secuestros. Hay mucho temor de los comerciantes y empresarios”, comentó Estrada a Gestión, tras mencionar que la situación impacta primero en la visita de clientes.
En efecto, Gino Mori, director comercial de Poken Perú Retail, reportó que la afluencia a las tiendas con puerta a calle en setiembre último cayó alrededor de 6.5% frente al mismo mes del 2022 en Lima. Por zonas, la avenida Larco (Miraflores) y Magdalena estarían siendo las más perjudicadas.
Y por categorías, los locales de indumentaria son los más impactados, pues además enfrentan los cambios intempestivos de clima por el fenómeno El Niño.
Frente a ese contexto, Estrada y Mori coincidieron en que la declaratoria de emergencia en SJL, SMP, Lince y el Cercado de Lima no sería la medida más apropiada. En sus opiniones, solo sería un paliativo temporal que impacta más bien en los ingresos de los negocios, debido a la necesidad de cerrar más temprano.
Si bien la disposición restringe ciertas actividades solo entre las 12:00 a.m. y 4:00 a.m., recordaron que los comercios, sus empleados y clientes deben retirarse antes para evitar, por ejemplo, problemas de desplazamiento.
LEA TAMBIÉN: Gobierno publica declaratoria de emergencia en nueve distritos en Lima y Piura
La factura negativa en las ventas
Para Estrada, la contracción de 6.5% en las visitas a tiendas puerta a calle tiene un impacto similar en los ingresos. Y es que, aun cuando los operadores busquen elevar la conversión (nivel de ventas respecto a afluencia), las estrategias no terminan compensando.
En tanto, Guillermo Quintana, director de Expansión Franquicia, reconoció que la menor frecuencia de visita a dichos locales por el aumento de la inseguridad ciudadana estaría reduciendo las ventas entre 8% y 15%. En su análisis, los distritos más afectados son el Cercado de Lima, SJL, Comas, Ate y Los Olivos.
Otras consecuencias de las menores visitas serían el aumento de costos laborales, mayor rotación de personal, sobre stock y problemas de pago de préstamos, impuestos y arbitrios.
LEA TAMBIÉN: Bodegas ahora son más golpeadas por inseguridad que por inflación
Un problema para los propietarios
La inseguridad ciudadana también impacta a los dueños de los locales. Luis Sánchez, consultor senior de Investigación y Consultoría de JLL, mencionó que los propietarios en siete de los 50 corredores comerciales de Lima han tenido que congelar y, en casos puntuales, disminuir sus precios de renta, aun cuando la tendencia en la capital va al alza.
Entre enero y mayo del 2023, refirió que el alquiler del metro cuadrado de tiendas con puerta a calle se elevó entre 3% y 5%, llegando a un promedio de entre US$ 18 y US$ 27. Sin embargo, la misma alza no habría sido posible en los negocios de la avenida Conquistadores, en San Isidro; Raúl Ferrero y Javier Prado, en La Molina; Jirón de la Unión y avenida Abancay (Cercado de Lima) y el emporio de Gamarra (La Victoria).
“Los propietarios han decidido mantener los precios y/o flexibilizar el pago para asegurar un locatario. Están manejando una renta escalonada; es decir, cobran el 60% de la renta el primer trimestre y luego van subiendo hacia el total”, explicó Sánchez.
En contraste, destacó que la renta sí ha podido elevarse en las periferias porque los dueños, locatarios y clientes están más acostumbrados a convivir con la inseguridad. No obstante, alertó que los operadores terminan asumiendo otro tipo de costo.
LEA TAMBIÉN: Visita a tiendas retail frena su repunte pospandemia: motivos y proyección
La seguridad privada
En Lima Norte y Sur, Sánchez reveló que asociaciones de comerciantes han contratado seguridad privada. Sin embargo, por el clima de inseguridad en el que operan, han tenido que recurrir a agentes no formales, sino relacionados a grupos que operan fuera de la ley y pudieran representar algún riesgo.
Así, advirtió, estos empresarios terminan pagando “cupos indirectos”. Por el tipo o tamaño del negocio, cada local entrega una cuota diferenciada.
“Por campaña, contratan hasta tres personas para ejes puntuales. Después, solo mantienen uno o dos agentes que tienen contacto con quienes cobran cupos o generan caos”, sostuvo. Precisó que el pago no impacta de manera representativa en las ganancias, pues el costo total se diluye entre todos los comerciantes.
Desde la Conaco, Estrada admitió que la contratación de seguridad privada ya es una tendencia en los comercios de puerta a calle. No obstante, lamentó y rechazó la medida extrema de “contratar” personas relacionadas a la delincuencia.
¿Un éxodo hacia tiendas en malls?
En setiembre, Lizan Retail Advisors (LRA), representante de franquicias con sede en Estados Unidos, indicó que las marcas internacionales buscaban principalmente tiendas en malls antes que locales con puerta a calle, para ingresar a ciudades latinoamericanas como Lima. ¿La razón? La inseguridad que afecta la vía pública.
Ahora, Jorge Lizan, managing director de dicha firma, afirmó que la tendencia se mantiene, aunque la ubicación en malls tampoco garantiza total seguridad. “La delincuencia organizada está cada vez más atacando los comercios dentro de centros comerciales”, anotó.
Quintana también recordó que los malls son víctimas de robos; sin embargo, resaltó que las marcas empiezan a preferir locales en centros comerciales porque los clientes y comensales mantienen una mayor sensación de seguridad en dichos establecimientos frente a una avenida con alto tráfico.
“Se recomienda a las áreas de seguridad de los malls tomar mayores medidas de prevención tanto en las zonas de parking como en los corredores e interiores de los locales”, añadió.
En tanto, Luis Kiser, presidente de Front Consulting, también sostuvo que las marcas aspiran a ingresar a los malls. No obstante, precisó que la mayoría no puede porque aún no están consolidadas o por el mayor costo y gastos adicionales respecto a un local en la vía pública.
Así, aseguró que las tiendas con puerta a calle en Lima siguen siendo protagonistas del comercio con al menos 60% o 70% de los locales en actividad, no solo por el costo, sino también por la oferta. Y es que, aun cuando la ola de nuevos malls iniciada en 1997 con el Jockey Plaza sigue avanzando, la cantidad de estos por cada millón de habitantes (3.1) es todavía baja.
LEA TAMBIÉN: Nuevas franquicias en Perú: Toni Pons, heladerías y “gastro gaming”
Un problema trasversal en los negocios
Eduardo Estrada, gerente general de Confederación Nacional de Comerciantes (Conaco)
Hay mucho temor de los comerciantes y empresarios por la inseguridad, ven la posibilidad de cerrar más temprano para tener cierta seguridad de llegar a casa. No vemos tan positiva la declaratoria de estado de emergencia en algunos distritos porque muchas empresas no pueden atender desde cierta hora o el mismo cliente no sabe si puede permanecer en los locales. Se emitió la ley y se ha dispuesto a la Policía Nacional y Fuerzas Armadas en las calles, pero no hay una estrategia. Se debería crear un grupo de inteligencia, como se hizo en la década de 1990 para luchar contra el terrorismo, pero enfocada en la seguridad ciudadana. El problema es trasversal, la inseguridad está afectando a locales de diversas zonas. En ese contexto, las autoridades deben ser más fuertes para acabar con el problema de una vez, porque sinceramente la delincuencia avanza más y a veces nos deja con las manos atadas a los empresarios, sobre todo, si queremos seguir invirtiendo y generar puestos de trabajo. Ahora tenemos que invertir en nuestra propia seguridad.
CLAVES
- Aperturas. En los corredores de tiendas boutique como la avenida Conquistadores, el ingreso de marcas se habría frenado desde marzo, reporta JLL.
- Oportunidad. Tiendas con puerta a calle podrían impulsar las ventas online, con una posibilidad de aumento de entre 5% y 20%.
Disfruta tus descuentos del Club de Suscriptores cuantas veces quieras gracias a tu suscripción a Gestión. Más de 300 promociones esperan por ti, descúbrelas Aquí. Y si aún no eres suscriptor, adquiere tu plan AQUÍ.
Bachiller en Comunicación Social (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Trabajé en radio y prensa escrita y, desde el 2013, soy redactor de la sección de Negocios del Diario Gestión.