La construcción del Hotel Inkaterra Cabo Blanco estaría lista en el 2022 luego que, inicialmente, estaba previsto para el primer semestre de este año, pero dadas las condiciones de la pandemia y la falta de turismo receptivo se tuvo que aplazar, indicó el CEO de Inkaterra, José Koechlin.
Cuando se abra el Hotel Inkaterra Cabo Blanco tendría, en un inicio, 13 pequeñas cabañas pero con posibilidad de expandir su número de acuerdo a cómo la empresa analice la recuperación del mercado. Este proyecto tiene también la finalidad de impulsar el turismo de surfing y náutico, dado que al frente del hotel se tiene una reserva pequeña que busca recuperar el hábitat de las diferentes especies.
“Cabo Blanco tiene un récord en el mundo de la pesca deportiva y reconocido en Estados Unidos cuando se encontró un merlín negro de 707 kilos, por eso Cabo Blanco para la gente de pesca es el destino predilecto imaginado del pasado y eso tratamos de recrear”, comentó Koechlin.
Los otros hoteles de Inkaterra, como Inkaterra La Casona de la ciudad del Cusco y su hacienda en el Urubamba, tienen un nivel de ocupación de entre 10% y 20%; mientras que antes de pandemia tenían una ocupación por encima de 65%.
Si bien hoy se ve mayor presencia de turismo interno, este no supera al turismo receptivo, el público objetivo de Inkaterra. “Nuestro mercado natural es de Estados Unidos y el público angloparlante que busca un nivel de mercado de lujo”, acotó Koechlin.
La importancia en el turismo receptivo para Inkaterra se da porque estos gastan cerca US$ 1,200 y el turismo interno gastaba S/ 120 al día. Pese a esto, el nivel de estadía en los hoteles de Inkaterra se mantiene entre dos y tres noches, lo cual varía dependiendo de la ubicación. Asimismo, ya cuentan con reservas para fin de año.
“Las diferencias de movimiento de dinero y efecto económico de parte del turismo extranjero es mayor que el turismo nacional. Estamos con un turismo nacional que no hubo antes, pero no es suficiente para mantener un aparato productivo diseñado para el mercado extranjero”, explicó.
Iniciativa privada
Koechlin comentó también que mediante la iniciativa del sector privado se está realizando una exposición llamada “Machu Picchu y los imperios dorados del Perú”, en Florida, Estados Unidos. La cual se presentará por seis meses y luego a mediados de abril pasaría a París (Francia) y también a Milán (Italia) dando la vuelta al mundo.
“Estamos trabajando en la promoción del Perú de manera independiente para recuperar lo más pronto posible el turismo receptivo, pero necesitamos la unión del sector publico con el privado”, expresó.
Otros proyectos
Según Koechlin, Inkaterra tiene otros tres proyectos más en proceso de construcción, ubicados en la zona sur y selva. De momento se encuentran paralizados hasta que haya una mayor reactivación del turismo.
“Antes venían cuatro millones de personas al Perú, este año probablemente sea menos de 500,000 y eso significa un efecto sobre la economía peruana. El sector turismo está sobreviviendo y ojalá nos recuperemos lo más pronto posible para tener una consolidación financiera y continuar con las empresas vivas”, acotó.