Inka Crops invierte en elevar rendimientos y reducir aceite en snacks

Así, entre el 2020 y el 2022, la empresa peruana invirtió US$15 millones en adquirir nueva tecnología para elevar la eficiencia y con ello reducir sus costos de producción. Con el mismo objetivo, este año está invirtiendo unos US$5 millones en la instalación de una nueva línea de maquinaria para la elaboración de sus diversos productos. “Es una nueva línea de fritura, más moderna, más grande que las anteriores, que logra darles una textura distinta a los snacks”, comentó el gerente.

¿Cuánta es la capacidad de producción de la planta de Inka Crops?

Estas y otras inversiones han permitido a la empresa incrementar la capacidad productiva de su planta de San Juan de Lurigancho, que ahora es de 13,000 toneladas por año. De este volumen, el 60% es utilizado actualmente. En el 2020, la capacidad era considerablemente menor y se encontraba en uso en un 90%.

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A la fecha, Inka Crops cuenta con las marcas Inka Chips, Inka Corn, Inka, Amazon Chips y Andes, que incluyen snacks de papas, plátanos, yucas, camotes, maíz gigante del Cusco, vegetales, entre otros. Entre sus diversas presentaciones y sabores, la compañía cuenta con 150 SKU (stock keeping unit). Según adelantó Abusada, para el año en curso la firma prepara el lanzamiento de tres nuevos productos dentro de las líneas ya existentes.

El año pasado, la inflación llevó a la firma a reducir los gramajes de algunos de sus productos, y a elevar en general sus precios de venta entre 5% y 8%. Sin embargo, el alza de los insumos y otros costos de producción había sido mayor, pero las mejoras en eficiencia permitieron a la empresa trasladar a los precios solo una parte de dichos incrementos. “Hemos hecho lo posible por tratar de mantenernos competitivos en el mercado”, indicó Andrés Abusada, quien además asegura que la compañía ha logrado mantener sus márgenes de rentabilidad.

¿Qué porcentaje de las ventas de Inka Crops son exportaciones?

No obstante, la inflación y sus efectos en los precios de venta tuvieron un impacto negativo en las exportaciones del año pasado. A este factor se sumaron los retrasos por la crisis de las navieras: ciertos viajes que de manera regular tardaban 30 días se extendían a 100 o 120 días. Esta situación ocasionó la cancelación de varios pedidos de compradores en el exterior.

Por estas razones, aunque el año pasado las ventas en el mercado interno crecieron a doble dígito, la facturación total de la compañía creció en 8%. Para el 2023, la compañía proyecta crecer 15%, con los lanzamientos previstos, las nuevas inversiones y un incremento de las ventas locales.

En las ventas de la empresa, el 60% de la participación corresponde a sus exportaciones a 20 países. El 80% de estas llevan una private label, es decir con la marca de los supermercados y distribuidores que solicitan los productos. El restante 20% lleva alguna de las marcas de Inka Crops.

Asimismo, el 70% de las exportaciones de la marca son de snacks de plátanos de la selva, que compiten en el exterior con sus similares de Ecuador, Colombia, Guatemala, Honduras y países del Asia. A fin de diferenciarse, Inka Crops busca innovar en sabores y presentaciones.

En cuanto a sus ventas dentro del Perú, el 60% se concentran en el canal moderno y lo restante en el canal tradicional. Sin embargo, Andrés Abusada recordó que este canal es mucho más grande que el primero, por lo cual este año la compañía buscará incrementar su participación en él por medio de sus distribuidores.

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