
Este año Inca Tops cumple 60 años operando como pieza clave en la transformación de la fibra de alpaca en el Perú. Fundada por la visión industrial de Francis Patthey, la empresa no solo marcó el origen del Grupo Inca, sino también el inicio de una cadena de valor que ha llevado a la alpaca peruana desde su forma más básica hasta convertirse en hilos finos y altamente valorados en los mercados internacionales. Hoy, Inca Tops sigue siendo el corazón de ese proceso: una compañía que no fabrica ropa, pero sin la cual miles de prendas de alpaca —dentro y fuera del país— no existirían. Por ello, su hoja de ruta apunta a un crecimiento con una mirada cada vez más local, en medio de un panorama geopolítico marcado por la incertidumbre.
Según explicó Andrés Chaves, gerente general de Inca Tops, la compañía registró en el primer semestre un incremento de 15% en su facturación frente al mismo periodo del año pasado, además de mejorar su participación en el mercado internacional como exportadora de fibra y hilos de alpaca. Los resultados, precisó, responden a decisiones estratégicas como un manejo eficiente del inventario disponible (stock service), el fortalecimiento de vínculos comerciales con clientes clave —entre ellos Incalpaca— y una política comercial más agresiva.
La diversificación ha sido uno de los pilares competitivos de la empresa. Con operaciones comerciales en los cinco continentes, Inca Tops ofrece un portafolio que va desde fibras gruesas para tejidos artesanales hasta hilos ultrafinos para prendas ligeras, lo que le permite atender una amplia gama de mercados y demandas. Esa capacidad de respuesta, sumada a la amplitud de su oferta, ha sostenido el buen desempeño durante la primera mitad del año.
El panorama para el segundo semestre, no obstante, se presenta más desafiante. La “incertidumbre” domina el discurso de los clientes, según Chaves, ya sea por tensiones geopolíticas, modificaciones arancelarias, conflictos o factores climáticos, estos últimos especialmente relevantes para productos asociados a estaciones frías como la alpaca. Las compras tienden a definirse a último momento, lo que obliga a los proveedores a responder con mayor rapidez y flexibilidad.
Pese a ese contexto, la proyección de la compañía es cerrar el 2025 con un crecimiento acumulado de entre 7% y 10%, apoyada en el impulso del primer semestre. El enfoque estará en garantizar agilidad y servicio. “Muchos clientes hoy valoran más la entrega inmediata que la novedad del producto. Eso nos exige adaptarnos de forma permanente, porque nadie tiene certeza de lo que ocurrirá en los próximos seis meses”, apuntó Chaves.

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Oportunidades emergentes en el mercado local
En un contexto global marcado por disputas comerciales, guerras arancelarias y cambios en las regulaciones de importación, Inca Tops identifica una tendencia en ascenso: el creciente interés de marcas internacionales por establecer al Perú como un nuevo polo de manufactura textil.
La compañía, con presencia consolidada en los cinco continentes, no solo se apoya en su brazo exportador. Forma parte de una extensa red productiva que conecta talleres artesanales y plantas industriales en ciudades como Lima, Arequipa y Cusco. Esta infraestructura le permite atender la demanda externa de tops e hilos y, a la vez, responder a encargos de firmas globales que buscan diversificar su producción más allá del eje asiático.
“El ‘made in Perú’ comienza a ganar terreno no solo en alpaca, sino también en mezclas de algodón, cashmere, seda y, potencialmente, lana merino. A medida que las tarifas para productos de China, Vietnam o Bangladesh se tornan volátiles, muchas empresas están reevaluando sus cadenas de suministro. En ese escenario, el país se perfila como una alternativa viable y confiable”, afirmó Chaves.
Actualmente, Inca Tops opera con dos líneas principales: los tops, que representan cerca del 30% de su facturación y se destinan casi íntegramente a Italia y China; y los hilos, que concentran el 70% restante. En este segmento, distingue entre hilos industriales —para fabricantes de prendas y textiles— y hilos para tejido manual, adquiridos por distribuidores que luego los comercializan con sus marcas en Europa o Norteamérica. Aunque la mayoría se exporta, alrededor del 40% de los hilos industriales se vende a clientes peruanos que confeccionan localmente y luego exportan sus productos.
“Ese mercado interno, aunque poco visible, es crucial para comprender el papel del Perú como plataforma manufacturera. El ecosistema textil nacional, que abarca desde el tejido artesanal hasta la producción industrial a gran escala, fortalece la posición del país como opción estratégica en la reconfiguración de las cadenas globales”, enfatizó el directivo.
En el frente internacional, la empresa mantiene una cartera diversificada con resultados sólidos en Italia, Alemania y Estados Unidos, donde la fibra de alpaca es apreciada por su durabilidad, origen sostenible y bajo impacto ambiental. Sin embargo, Chaves subraya que la alpaca sigue siendo una fibra de nicho, con menos del 3% del consumo global de fibras textiles.

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Inversiones en optimización
En 2025, Inca Tops ha materializado dos inversiones clave aprobadas en años anteriores y que hoy muestran resultados concretos. La primera es una planta de tratamiento de agua con tecnología de última generación, considerada la más avanzada del mundo para procesos con fibra de alpaca. Si bien el producto final no ha cambiado, la compañía ha reforzado sus credenciales en sostenibilidad y certificaciones internacionales, un argumento decisivo para mercados exigentes como el europeo.
La segunda apuesta ha sido la incorporación de una línea de hilatura cardada, una tecnología habitual en la producción de cashmere y lana de oveja en países como Italia o China, pero inédita en la industria de la alpaca. “Esta innovación permite fabricar hilos más ligeros y abre nuevas posibilidades de diseño y confort para clientes que, en muchos casos, se encuentran en proceso de adaptación a esta técnica”, dijo Chaves.

El ejecutivo reconoce que, en un contexto global marcado por la incertidumbre, la innovación de producto por sí sola no garantiza el éxito. La logística y la disponibilidad inmediata se han vuelto tan decisivas como la novedad. De ahí que el modelo de stock service (abastecimiento) y la optimización de la cadena de suministro se hayan consolidado como pilares estratégicos para mantener competitividad.
Por ello, las próximas iniciativas que involucren capex, vendrán por esa línea, ya que la innovación ya no se limita al desarrollo de nuevos hilos, sino también a ofrecer un servicio capaz de despachar desde pequeñas muestras hasta pedidos de gran volumen en plazos reducidos. “Este modelo demanda una alta precisión operativa. Mantener inventarios capaces de responder a la demanda requiere un estricto control de rotación, eficiencia productiva y análisis estadísticos detallados que optimicen recursos y prioricen insumos versátiles”, concluyó Chaves.

Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.