Impulso Myperú, el programa del Gobierno para otorgar créditos con mejores condiciones a las empresas, ya ha asignado S/ 19,773 millones en garantías a las entidades financieras mediante las subastas del Banco de Desarrollo del Perú (Cofide) a la fecha.
Hasta el 6 de setiembre, Impulso Myperú respaldó el desembolso de más de S/11,165 millones en créditos, beneficiando a casi 207,000 emprendedores; y casi un tercio de dichos negocios (28%) lo utilizó para consolidar deudas.
Asimismo, un 16% destinó el financiamiento a la compra de activo fijo y solo la mitad (56%) accedió a recursos para capital de trabajo.
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Los especialistas muestran posturas diversas frente al uso que se le viene dando a los créditos garantizados por el Estado.
“El objetivo de este programa era dar fondos frescos a la micro y pequeña empresa, a fin de que este segmento logre reactivarse, pero solo está beneficiando a las entidades financieras, ayudándolas a liberar cartera mal colocada”, manifestó a Gestión Susana Saldaña, presidenta del consejo directivo de la asociación empresarial Gamarra Perú.
Las instituciones de crédito decidieron tomar más riesgo en su momento y ahora están canalizando estos préstamos garantizados con tasas de interés más bajas para que los deudores compren esa deuda y se queden pagando un desembolso en mejores condiciones, señaló.
De esta manera, las empresas del sistema financiero se ahorran la asignación de mayores provisiones por riesgo de incumplimiento de sus clientes que no son tan buenos pagadores, acotó.
Por su parte, Yang Chang, catedrático de Finanzas de la Universidad de Piura, comentó que si bien el programa se ejecutó para la reactivación de la mype, también era necesario permitir la consolidación de deudas a aquellos negocios que requerían reestructurar sus compromisos de pago.
Si una mype tiene deuda con tres entidades distintas y deja de honrar su obligación en una, afecta a todas las demás pues su calificación crediticia se deteriora en el sistema e implica que las entidades incrementen provisiones, indicó.
“Hubo muchas en riesgo de quebrar, no era sostenible para ellas tomar capital nuevo, sino que demandaban un financiamiento más largo para calzar sus flujos de ingreso actual con cuotas más bajas; así continuar operando con más tranquilidad”, expresó.
Medianas empresas
En tanto, Saldaña reiteró su descontento con la colocación de préstamos garantizados a medianas y grandes empresas. “El origen de este programa fue ayudar a la mype, pero se está dando capital también a negocios grandes; si ese era el objetivo, no deberían llevar el nombre de la mype”, aseveró.
Argumentó que “es poco justo decir que la mype está pagando mal cuando los créditos no han sido otorgados solamente a este segmento”.
“Si el otorgamiento de estos créditos no es negocio para las entidades financieras, deberían ser sinceras, así el Estado vería la forma de entregar los préstamos a las mypes mediante el Banco de la Nación sin retrasar la recuperación de los negocios pequeños”, complementó.
Chang refiere que, para que los desembolsos de Impulso Myperú funcionen adecuadamente, la actividad económica debe caminar con mayor dinamismo. “Han sido mejores meses para que las empresas empiecen una recuperación, sin embargo, aún falta para que esta mejora sea sostenible”, añadió.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.
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