El grupo aéreo IAG, casa matriz de British Airways e Iberia, anunció la anulación de sus vuelos hacia Moscú y el desvío de sus rutas que sobrevuelan Rusia en medio de denuncias internacionales por la invasión rusa de Ucrania.
“Hemos tomado la decisión de anular hoy el enlace aéreo que tenemos con destino a Moscú” y de “redirigir los vuelos hacia Singapur y Nueva Delhi para no sobrevolar Rusia”, indicó el director general de IAG, Luis Gallego, durante una conferencia de inversores tras la publicación de los resultados del grupo.
La decisión de la compañía tuvo lugar tras las sanciones impuestas por el gobierno británico a la aerolínea rusa Aeroflot en reacción a la invasión de Ucrania lanzada por Vladimir Putin, y la respuesta de Rusia, que prohibió el uso de su espacio aéreo a todos los aviones vinculados al Reino Unido.
La medida también incluye a los vuelos que transiten por el territorio ruso, un espacio clave que une Europa y Asia, según la misma fuente.
“Seguimos vigilando el impacto de esta crisis”, señaló Gallego en referencia a la invasión rusa de Ucrania, que tuvo como resultado una reducción de los vuelos hacia el este.
Sin embargo, aseguró que los aviones que tengan que cambiar de ruta no impedirán al grupo “mantener el programa” de vuelo que tenía.
“Hemos suspendido nuestros vuelos a Moscú y el uso del espacio aéreo ruso tras la confirmación de las restricciones del gobierno ruso”, dijo British Airways, indicando que hasta ahora había operado tres vuelos semanales a Moscú pero ninguno a Ucrania.
“Se trata claramente de un problema que escapa de nuestro control. Estamos informando a los clientes de los servicios cancelados y les ofrecemos un reembolso completo”, precisó la compañía, afirmando que estaba “siguiendo la situación muy de cerca”.
Para los vuelos que evitarán pasar por Rusia, “el cambio de ruta puede suponen tiempos de vuelo más largos”, advirtió.
Iberia y Vueling a la cabeza
El mismo viernes, IAG informó que redujo a más de la mitad sus pérdidas netas en el 2021, que quedaron situadas en 2,900 millones de euros (US$ 3,250 millones), gracias a la recuperación gradual del tráfico a lo largo del año.
El grupo había sufrido en el 2021 pérdidas de 6,900 millones de euros (US$ 7,730 millones), debido a la pandemia de COVID-19, que paralizó el tráfico aéreo en todo el mundo.
La aparición de la variante ómicron a finales de año solo tuvo un “impacto negativo a corto plazo” en el beneficio operativo, las reservas y las cancelaciones, que se siguió notando a principios del 2022.
El impacto de ómicron se sumó a la tradicionalmente débil demanda en esta época del año, por lo que el grupo espera que su primer trimestre registre “una importante pérdida operativa”.
Pero IAG, que facturó un 8.3% más, hasta 8,500 millones de euros (US$ 9,500 millones) el año pasado, espera volver a tener beneficios operativos a partir del segundo trimestre.
Además, espera volver al 65% de su capacidad de pasajeros del 2019 en el primer trimestre y a alrededor del 85% para todo el año. “Todas nuestras aerolíneas siguieron mostrando mejoras en el cuarto trimestre”, dijo Gallego.
Las compañías españolas Iberia y Vueling registraron los niveles más altos de capacidad de pasajeros en el último trimestre del 2021, y recuperaron respectivamente el 75.3% y el 79.4% de sus niveles del 2019.