Hoy, debido a la inteligencia artificial (IA), ya no es deseable transformarse, sino que es imperativo. No solo por las crecientes demandas de los clientes y la adopción de esta tecnología por parte de la competencia, sino también por las capacidades que permite construir para obtener ventajas sostenibles, como velocidad de ejecución, precisión y capacidad de monetización. Esa fue una de las principales conclusiones del evento “Reimaginando el negocio con inteligencia artificial y confianza digital” organizado por PwC Perú en el marco de sus 100 años en el mercado.
De hecho, el 76% de los CEO afirma que la IA cambiará notablemente la forma en que su empresa genera, entrega y obtiene valor en los próximos tres años.
Pero hay varios aspectos a tomar en cuenta antes de aplicar IA. El primer paso en la estrategia es planificar cuál es el diferencial que se quiere tener, es decir, dónde se quiere construir una ventaja competitiva. “Eso nos puede dar una secuencia de pasos lógicos que nos permiten aplicar IA y transformar los procesos”, dijo Roberto Cruz, socio de PwC Argentina.
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El ingreso de la IA a la agenda corporativa obliga a una adopción responsable de la misma. “La gestión de los riesgos es una decisión de negocio y no podemos dejar sola a la gente de tecnología”, resaltó Roberto Sánchez, socio de PwC Venezuela. Una de las amenazas que ahora se hace más evidente es el sesgo. Aunque el especialista aclaró: “Tenemos que aprender a vivir en la incertidumbre y surfear el riesgo”.
Impacto en los negocios
Mónica Nureña, Head of Data Strategy & Data Portfolio Management Engineering de BBVA, mencionó que la IA generativa plantea el reto en los negocios de ser más eficientes y de innovar. “Hay que ser empáticos con nuestros clientes, que engloba la ética, la regulación y la seguridad. Si realmente los ponemos en el centro, evitar el fraude y tratar los datos privados con consentimiento son una prioridad”, indicó.
Una precisión de los expertos: es esencial partir de saber para qué se va a usar la tecnología en la empresa. “La herramienta viene al final. Lo importante es entender para qué se va a usar, dónde está el valor. No solo el costo, sino qué le va a dar al negocio”, resaltó Mario Rodriguez, Peru Country Manager de Microsoft.
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Para ello hay que entender la razón del negocio. No se trata solo de una transformación digital, sino sobre todo de cambiar el modelo. “Se ve cómo ir a la nube, monetizar la data o cualquiera de las otras tendencias que están en la mesa. Pero hay que acompañar eso con el modelo, la cultura y los procesos”, agregó Rodríguez.
Los expertos también comentaron sobre la relevancia que las compañías tengan la mirada puesta en la experimentación. Para ello es indispensable preparar al talento en habilidades digitales, tener espacios de trabajo ágil y ser tolerantes al fracaso. “Fallar rápido y barato. Fácil decirlo, difícil hacerlo, pero esa es la receta”, puntualizó el ejecutivo de Microsoft.
Uno de los usos más recurrentes de la IA es en el contacto con el cliente. Nureña, del BBVA, explicó que esa no siempre es la solución. “Muchas veces el impacto se da en las instancias anteriores, donde están los dolores para realmente transformar la experiencia”. Por eso lanzó esta recomendación: “A la necesidad, hay que dibujar el flujo end-to-end. Cuando lo hacemos, nos damos cuenta de que hay más oportunidades”.
“La verdadera transformación es entender el proceso. Si no, va a ser una transformación cosmética con margen de error, con pérdida de calidad o de potencia”, sentenció Sánchez de PwC Venezuela.
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Confianza digital
Otro aspecto clave que va más allá de la innovación tecnológica es la confianza digital en los negocios, que implica construir un entorno de seguridad y transparencia para ganarse la confianza de todos los stakeholders.
“La adopción de la IA y los avances que tratan de simular el funcionamiento del cerebro nos hacen pensar que en un futuro la confianza no será únicamente exclusividad del ser humano”, enfatizó Alexander García, socio de Ciberseguridad y Tecnología de PwC Perú. Según una encuesta de PwC, la prioridad en inversión cibernética en las empresas el próximo año se concentrará en protección de datos (48%), modernización de tecnología (43%) y capacitación continua en seguridad (34%).
José Marangunich, gerente corporativo de BCP, acotó que la confianza digital debe ser recíproca. “No basta con que las corporaciones hagan cosas. ¿Qué hacen los usuarios?”.
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