La mina de oro y plata Inmaculada de Hochschild Mining mantiene sus operaciones pese al bloqueo desde la semana pasada de la vía de acceso a las instalaciones del yacimiento por parte de una comunidad andina, dijo el miércoles un ejecutivo de la compañía.
Hochschild, que cotiza en el Reino Unido, informó esta semana que residentes de la comunidad Casma Palla Palla en la región de Ayacucho irrumpieron el lunes en la mina Inmaculada y quemaron su garita de ingreso, en una protesta que comenzó con el bloqueo de su unidad desde el 27 de octubre.
“Ahora la mina esta bloqueada, pero sigue operando bajo estas circunstancias, pero obviamente no podemos salir de la zona de la mina”, dijo el vicepresidente de asuntos públicos de Hochschild, José Augusto Palma, a la radio local RPP. “No dejan pasar suministros, ni siquiera comida para la gente de la mina”.
La comunidad Casma Palla Palla amenazó con realizar más protestas contra la mina de oro y plata luego de los violentos ataques del lunes pasado. Unas 30 personas quemaron instalaciones, atacaron a funcionarios de la empresa e ingresaron ilegalmente a la mina Inmaculada el pasado lunes, subrayó Palma.
Inmaculada emplea a 1,700 trabajadores, según la empresa.
Palma afirmó que la comunidad Casma Palla Palla alega ser propietaria de una parte de las tierras donde opera Inmaculada, pese a que en mayo pasado la empresa acordó con los pobladores de la zona un pago por el uso de los terrenos.
Hochschild afirma que ya pagó 3 millones de soles a la comunidad. La comunidad de Huallhua y el Gobierno peruano otorgaron derechos sobre la mina, indicó la empresa.
“Ahora reclaman suman millonarias por supuestamente ser posesionarias de más tierras”, manifestó el ejecutivo.
Reuters no pudo contactarse de inmediato con dirigente de los comuneros de Casma Palla Palla para tener sus comentarios.
Hochschild enfrentó el año pasado un conflicto con residentes cercanos, que demandaban el cierre de sus operaciones alegando contaminación en la zona, algo que la mina ha rechazado. El conflicto fue superado y la empresa espera del gobierno la ampliación de la vida útil de la mina hasta el 2042.
La firma planea invertir US$ 4,400 millones durante la extensión de la vida útil de Inmaculada, que representa más del 60% de su flujo de efectivo, según la propia compañía.
Las protestas de comunidades indígenas pobres contra las grandes minas son comunes y a veces han llevado al cierre temporal de algunas unidades en el segundo mayor productor mundial de cobre.
La empresa buscó el diálogo el martes con la comunidad de Casma Palla Palla, pero se negaron a entablar más conversaciones, dijo Palma. La comunidad amenazó con realizar más protestas.