El Grupo Fibrafil invertirá alrededor de S/ 70 millones en instalar dos nuevas plantas industriales en Chilca (provincia de Cañete), con el fin de sumar nuevos productos y un servicio dirigidos a diversos rubros industriales. Actualmente, la compañía, establecida en Perú desde hace 20 años, atiende principalmente a los sectores avícola y agroindustrial, con telas de polipropileno, sacos, sogas, mallas, entre otros productos.
De acuerdo con los planes de la empresa, a inicios de 2024 abrirá su cuarta planta, de 15,000 m2 y capacidad para producir 600 toneladas mensuales de colorantes para la industria plástica y telas laminadas (un material impermeable destinado a proteger techos), sostuvo Jonny Zaidan Sweiss, gerente general de la firma desde el 2001. “Hasta ahora hemos venido importando los colorantes, pero en los próximos meses vamos a producirlos para autoabastecernos pero también para venderlos a otras empresas”, explicó en entrevista con Gestión. A la instalación de esta fábrica se destinará S/ 40 millones de inversión.
Además, en el segundo semestre de 2024 o a más tardar a inicios de 2025, Fibrafil pondrá en marcha su quinta planta, destinada al lavado de botellas para el reciclaje, que implicará un costo de al menos S/ 30 millones. A la fecha, cuenta con tres fábricas. Una de ellas, ubicada en el distrito de Lurín, está dedicada a la fabricación de cordelería de polipropileno. Las otras dos, en el distrito de Chilca, a las líneas de telas y sacos polipropileno, y a la de malla sombra Raschel.
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Estas inversiones impulsarán el crecimiento interanual de 30% que “de manera conservadora” estima alcanzar la compañía en el 2024, sostuvo el gerente. En cuanto al año en curso, precisó que cerraría con una facturación de S/ 170 millones, superior en 30% a la de 2022.
Dicho crecimiento se estaría logrando debido a que este año la empresa inició sus exportaciones a Estados Unidos, México y países de Europa. Antes de ello, sus envíos se dirigían principalmente a diversos países de Latinoamérica. Asimismo, ahora el 45% de los ingresos de la firma provienen de las exportaciones mientras que hace un año se le atribuían un 30% de participación. “Nos hemos preparado y hemos abierto nuevos mercados para nuestros productos. Entonces, ahora que el país está en recesión, buscamos incrementar nuestras exportaciones y lograr que tengan cada vez más participación en los ingresos, sin descuidar el mercado local”, señaló Zaidan.
A la fecha, las mallas sombra Raschel cuentan con un 40% de participación en las ventas de la compañía y las telas de polipropileno un 35%. El resto de los ingresos viene de las demás categorías. Según explicó el gerente, la compañía Fibrafil nació en Ecuador y llegó al Perú a inicios de la década del 2000. Actualmente cuenta con fábricas solo en el Perú.
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Redactora Senior con 10 años de experiencia en periodismo político, económico y de negocios. Actualmente forma parte del equipo de Negocios del diario Gestión.