A Fortunato Brescia Tassano el nombre le auguraba un buen porvenir. El italiano llegó al Perú en 1887 y, tras varios años de trabajar como dependiente, empezó a construir la fortuna de su familia con la compra de tierras que dedicaba al cultivo de hortalizas y a criar vacas lecheras.
Pero Lima, con el tiempo, creció. Y en lo que en ese momento eran los ‘extramuros’ de la ciudad -en la actual San Borja- se decidió construir un aeropuerto. Para ello, al patriarca de los Brescia le expropiaron parte de sus tierras en la antigua hacienda Limatambo. Ese fue el gran disparador del negocio familiar.
Sus propiedades restantes se ubicaban entre la Av. Arequipa y el nuevo aeropuerto -es decir, entre San Isidro y San Borja-, donde el precio se disparó. Sin caer en la tentación de venderlas, Fortunato decidió urbanizarlas por su cuenta. Así, pasó del negocio agrícola al de bienes raíces, un área clave para su familia hasta hoy.
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Ahora el grupo Breca -acrónimo de los apellidos Brescia y Cafferata- opera 73 empresas en siete países, pero sigue teniendo sus raíces clavadas en el negocio de la tierra. Su inmobiliaria, Urbanova, tiene un rol protagónico en la estrategia corporativa y ha sido eje clave de sus recientes movidas empresariales.
El año pasado, por ejemplo, Urbanova absorbió los nueve hoteles de Intursa -otra subsidiaria- para consolidar un portafolio de activos que también incluye edificios de oficinas en la cotizada zona financiera de San Isidro y en San Borja, dos centros comerciales La Rambla y un strip mall en Miraflores.
Para los Brescia, invertir en el negocio inmobiliario es básicamente aplicar el ejemplo del abuelo. En el 2022, Urbanova también empezó a construir Plaza Begonias -un hub gastronómico y comercial rodeado de sus propios edificios de oficinas- con planes de inaugurarlo a finales de este año.
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Mineros y más
Pero así como a la tierra se le puede sacar valor inmobiliario, en otras zonas del país también se le puede extraer mineral. Fortunato Brescia murió en 1952. Tres décadas antes se había casado con Catalina Cafferata Peñaranda, única heredera de una familia con inversiones mineras.
Fortunato y Catalina tuvieron cuatro hijos: Pedro, Mario, Rosa y Ana María. Bajo la batuta de los dos primeros, el grupo se diversificó. En 1977 compraron la minera Minsur y años más tarde, con ellos al mando, consolidaron Tasa, el mayor productor y exportador de harina y aceite de pescado del mundo.
Otros de sus negocios son la aseguradora Rimac y la red de clínicas Internacional. Vale resaltar, además, la participación accionarial de su empresa Holding Continental, que tiene el 46.12% de las acciones en el banco BBVA. Breca también están presentes en el negocio cementero chileno, entre otros.
Pero de vuelta a la minería: Breca está reorientando los objetivos empresariales de Minsur, uno de los principales extractores de estaño del mundo gracias a la mina San Rafael, en Puno. Además, la empresa posee Mina Justa, en Ica (a través de Marcobre), y dos operaciones en Brasil: Pitinga y Pirapora.
Según la SMV, a finales del 2021 Minsur tenía un patrimonio de US$ 1,227,420,279. Analistas que siguen sus acciones consultados por este diario explican la compañía está redefiniendo la importancia de sus unidades mineras luego de cerrar el primer año de operaciones completas de Mina Justa.
Mina Justa extrae cobre desde agosto del 2021 y ha tomado bastante importancia dentro de las ganancias de la compañía. “Antes del inicio de operaciones de Mina Justa, los ingresos de Minsur dependían mucho del estaño, que aportaba trimestralmente US$ 180 millones y representaba más del 70% de las ventas. Actualmente, las ventas de cobre superan trimestralmente los US$ 200 millones, lo que representa aproximadamente el 50% de sus ingresos”, explica Anthony Hawkins, analista de Inversiones y Mercado de Capitales en Kallpa SAB.
Ya es tal la importancia de Mina Justa para Minsur que están reduciendo el capital invertido (Capex) en sus operaciones brasileñas para priorizar la mina iqueña. “Hemos visto una relativa desaceleración en las inversiones que tienen allá. Su capex total ha caído 21%. Estaba en US$ 94 millones. Hoy la mayor parte de ello está en Mina Justa. La caída es principalmente por las minas brasileñas. Para el tercer trimestre del 2022 representaba US$ 0,7 millones del capex, bastante menos que años pasados”, sostiene César Romero, jefe de Research en Renta4 Sociedad Agente de Bolsa.
Ambos analistas estiman que la estrategia para los próximos años será seguir impulsando la producción de cobre. “Si continúa cotizando por encima de los US$ 4,10 la libra, las perspectivas para Mina Justa y Minsur serán positivas”, agrega Hawkins.
Siempre en silencio
Desde el 2016, el imperio económico Breca es liderado por miembros de la tercera generación de la familia: Alex Fort Brescia, hijo de Rosa, y Pedro Brescia Moreyra, hijo de Mario. Aparte del Perú, están en Brasil, Ecuador, Estados Unidos y Chile. Y también tienen sedes en las Islas Vírgenes Británicas y Luxemburgo.
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Con tal presencia, quizás lo más llamativo del grupo es que se haya mantenido lejos de los reflectores durante sus más de 130 años. Cuando hace cuatro años estalló un escándalo porque banqueros y empresarios locales financiaron campañas políticas, los Brescia escaparon de los titulares.
Quienes conocen el grupo por dentro aseguran a Gestión que, así como su inclinación por el negocio de la tierra, el silencio es una rígida norma heredada del patriarca Fortunato. Un hombre -dicen- acostumbrado a avanzar y tomar decisiones empresariales en la más absoluta reserva.