:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/A36LLPVRPBE5BJ6OCZHDFVCAKE.jpg)
General Motors Co. planea renovar su cadena de suministro, en tanto que la escasez de chips provocada por la pandemia y la creciente demanda de vehículos con uso intensivo de semiconductores han dejado evidenciado la necesidad de una revisión.
El fabricante de automóviles con sede en Detroit hará “cambios sustanciales” en su cadena de suministro, dijo este viernes la directora ejecutiva Mary Barra en una conversación transmitida en vivo con el director ejecutivo de Delta Air Lines Inc., Ed Bastian. Si bien GM generalmente no compra los chips directamente, la compañía ahora está “construyendo una relación directa” con los fabricantes.
“Es un problema que tiene solución, pero durará un poco más”, indicó Barra.
La escasez de semiconductores refleja la idiosincrasia de la economía mundial en la pandemia y las decisiones de planificación tomadas por los fabricantes de automóviles en los primeros días de la crisis. Sin embargo, dijo Barra, el desafío también se basa en la demanda, con un cambio en las preferencias de los consumidores por los vehículos que se están convirtiendo más en plataformas de software.
“No estimamos la demanda desde el principio, y la superamos hace mucho, incluso con los largos tiempos de entrega de los chips”, dijo Barra. La demanda de vehículos sería aún mayor si la empresa contara con suficientes semiconductores en este momento, dijo.
GM ha estado trabajando más profundamente en cadena de suministro escalonada, al tiempo que busca una solución a más largo plazo para la escasez, indicó Barra. A medida que persiste la crisis de semiconductores, los fabricantes de automóviles están construyendo vínculos más cercanos con compañías de chips como Intel Corp., Qualcomm Inc. y Nvidia Corp. para monitorear el oferta.
La producción estadounidense de vehículos nuevos este otoño seguirá estando limitada por la escasez y la propagación del COVID-19 en el sudeste asiático. El jueves, IHS Markit recortó su previsión de producción de vehículos para este año en un 6.2%, o 5.02 millones de vehículos, la mayor disminución de las perspectivas desde que iniciara la crisis de los semiconductores.
