Las principales empresas energéticas estatales de China están en conversaciones con Shell Plc para comprar su participación en un importante proyecto de exportación de gas ruso, según personas con conocimiento del asunto.
Cnooc, CNPC y Sinopec Group están en conversaciones conjuntas con Shell sobre la participación del 27.5% en el proyecto de gas natural licuado Sakhalin-2 después de que la empresa europea anunciara su salida de las operaciones rusas tras la invasión de Ucrania, dijeron las fuentes citadas, que solicitaron el anonimato por tratarse de un asunto privado.
Las conversaciones se encuentran en una etapa inicial y sigue siendo posible que no se llegue a un acuerdo con las empresas, dijeron las personas. Shell también está abierta a conversar con otros compradores potenciales fuera de China, según una de las personas.
Las conversaciones incluyen una posible venta de la participación a una de las empresas chinas, a dos de las firmas o a un consorcio de las tres.
Shell declinó formular comentarios. Representantes de China National Offshore Oil Corp., China National Petroleum Corp. y China Petrochemicals Corp. —como se conocen formalmente las tres empresas chinas— no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
La Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales de China del Consejo de Estado, que supervisa las empresas estatales, tampoco respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Shell, así como sus rivales, incluida ExxonMobil Corp., sorprendió a la industria energética al anunciar sus planes de abandonar activos rusos valorados en millones de dólares después de que estallara la guerra en Ucrania en febrero. A principios de este mes, Shell informó que su salida de Rusia generaría cargos por deterioro de hasta US$ 5,000 millones.
Su competidor BP PLC, con sede en Londres, también se puso en contacto con empresas estatales en Asia y Medio Oriente, como CNPC y Sinopec, mientras busca deshacerse de su participación del 20% en la rusa Rosneft PJSC, informó Bloomberg el mes pasado.
Docenas de empleados de Shell asignados temporalmente al proyecto Sakhalin-2 en Rusia fueron retirados durante el fin de semana para ser reubicados en otras oficinas a medida que la empresa avanza en su salida.
La guerra de Rusia en Ucrania ha sacudido los mercados energéticos y ha hecho subir los precios de las materias primas, lo que aumenta la presión sobre los Gobiernos de todo el mundo para que se replanteen su planificación a largo plazo del suministro de combustible.
La todavía estrecha relación comercial de China con Moscú hace que las empresas del país estén bien posicionadas para adquirir participaciones en proyectos a medida que las empresas occidentales se retiran.