Felipe Boisset, socio en Rebaza, Alcázar & De Las Casas sostiene que la incertidumbre que está generando el nuevo gobierno ha contribuido a una nueva caída en las fusiones y adquisiciones (M&A en inglés). Esto luego de haber un inicio de año en donde muchos procesos de compra o venta empezaron a activarse.
El año 2021 empezó con actividad y buenos prospectos de transacciones en distintos sectores, en especial los más resilientes a la pandemia. En específico, los inversionistas estuvieron interesados en las adquisiciones de proyectos de infraestructura, energía, telecomunicaciones y minería.
“Habiéndose superado la parte más dura de la pandemia, el mercado del M&A estaba listo para regresar con fuerza, como de hecho ocurrió. (...) Lamentablemente muchos de esos procesos se han detenido definitivamente o están a la espera de tener mayor claridad respecto de lo que sucederá en el país”.
Según el socio en Rebaza, Alcázar & De Las Casas, dado que las empresas más grandes fueron las que mejor “soportaron” la pandemia, podrían haber sido objeto de adquisición por parte de inversionistas locales o extranjeros. Esto se vio durante la primera parte del 2021; no obstante, se afectado por el contexto político.
Asimismo, señaló que, en el caso de corporaciones, las ventas pueden ser porque desean salir del rubro para concentrarse en otros, diversificar su portafolio de inversiones (desconcentración en negocios que dependen mucho entre sí), siendo este una vía oportuna ante la situación sanitaria, pero que actualmente es más complicada.
“La situación política ha causado que inclusive esos procesos se detengan. (...) En el marco del contexto sanitario la diversificación cobra mayor relevancia, pero estos procesos están siendo vistos con lupa por la incertidumbre por un lado y por la dificultad de llegar a un acuerdo de precio por el otro.”, indicó.
Dificultad en acuerdos
Boisset señaló que una de las grandes complejidades actualmente está siendo el acuerdo y la forma de pago del precio de compra.
“Siendo que habitualmente las empresas son valorizadas en función a los flujos de dinero proyectados que generarán en los siguientes años, la incertidumbre hace muy difícil llegar a esos acuerdos, aunque también es cierto que existen pactos que pueden compensar de alguna manera el escenario incierto”, afirmó.
Efecto pandemia
El socio en Rebaza, Alcázar & De Las Casas agregó, además, que el año 2020 fue año de mucha expectativa para el mercado de fusiones y adquisiciones puesto que se veía venir un periodo mucho mejor al 2019.
No obstante, la crisis sanitaria cambió el rumbo de las expectativas por la imposibilidad de ejecutar las transacciones de industrias sumamente mermadas por la pandemia.
“Tomó tiempo determinar cuáles serían las industrias realmente resilientes a la pandemia, lo que se reflejaba en la imposibilidad de establecer precios razonables para compradores y vendedores. Esos y otros factores ocasionaron y una fuerte caída en la actividad de fusiones y adquisiciones”, indicó.
Razones para realizar el proceso
Desde el punto de vista del vendedor, indicó Boisset, las razones siempre son diferentes. Hay empresarios emprendedores que tienen interés en vender sus negocios porque consideran (i) que mayor crecimiento requiere mayor inversión y no están dispuestos a correr ese riesgo, (ii) no tienen recambio generacional en el caso de empresas familiares, (iii) la llegada de un competidor “fuerte” al cual le terminan vendiendo el negocio, entre otras.