Los vientos en contra del cuatro trimestre del año son señal de que los desafíos macroeconómicos y la volatilidad política en la región latinoamericana continuarán el 2022, indicó Fitch Ratings en un reciente informe.
Pese a ello, la agencia calificadora considera que los emisores no financieros latinoamericanos “están bien posicionados para resistir el difícil entorno operativo”.
Fitch espera que el crecimiento regional sea lento en el 2022, con un crecimiento del PBI de 2.8%.
Así, el desempeño económico “se verá obstaculizado por la retirada de las medidas de estímulo relacionadas con la pandemia y los ciclos electorales en Brasil y Colombia, que se suman a las recientes elecciones en Argentina, Chile y México”.
“La posibilidad de que continúen los disturbios sociales, las reforma fiscales y los cambios constitucionales anunciados por los gobiernos seguirían afectando los niveles de inversión. Las vacunas están avanzando en toda la región a diferentes velocidades, lo que prolonga las restricciones relacionadas con la pandemia en algunos países”, precisa el documento.
Perú
Fitch destaca los avances en el proceso de vacunación en Perú y proyecta que se alcance una cobertura entre 70% y 80% hacia fines del 2021.
Sin embargo, la agencia alerta sobre la inestabilidad política. “La falta de claridad en las políticas económicas y sectoriales son factores que perjudican las expectativas empresariales y se reflejarán en menores niveles de inversión y actividad económica en 2022″, señala el informe.
Además, advierte que las “tensiones políticas entre el gabinete del presidente Pedro Castillo y los partidos de oposición de centroderecha del Congreso, y dentro de la propia alianza del presidente con partidos moderados y de extrema izquierda, puede limitar la capacidad de la administración para aprobar reformas que favorezcan el crecimiento”, puntualiza.
Fitch proyecta que la economía peruana rebotará un 11.9% en el 2021. En cuanto al 2022, la agencia espera que el crecimiento se desacelere y alcance el 3%.
“Esto debido al clima y las incertidumbres políticas a nivel de las industrias, a la retirada del estímulo y un efecto de base más bajo. Además, persiste la debilidad del mercado laboral, con una tasa de desempleo del 9,5%, la disminución de los salarios reales y el aumento de la informalidad. La recuperación de la inversión privada será más lenta en 2022 debido a la persistente incertidumbre económica relacionada con las políticas a nivel de la industria y la continua fricción política”, detalla.