El futuro de una de las minas de cobre más grandes y nuevas del mundo quedó en entredicho después de que el Gobierno panameño dijera que realizaría un plebiscito sobre el proyecto, en un intento por sofocar los disturbios masivos. Las acciones de First Quantum Minerals Ltd., propietaria de la mina, cayeron hasta un 20% en Canadá.
La mina Cobre Panamá, construida y operada por la canadiense First Quantum, se ha convertido en un punto de tensión política en el país centroamericano. El presidente Laurentino Cortizo, en un intento por apaciguar a los opositores a la mina, anunció el domingo que el 17 de diciembre se llevará a cabo un plebiscito nacional sobre la revocación de la licencia de la compañía.
La última incertidumbre en torno a lo que le espera a la mina se produce cuando el suministro futuro de cobre se ha convertido en un tema candente entre las autoridades y los ejecutivos de empresas de todo el mundo. La oferta a largo plazo del metal es limitada, y se prevé que la demanda aumente a medida que la economía mundial se descarboniza.
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Este mes, Cortizo promulgó un nuevo contrato por el que se prorroga 20 años la licencia minera de First Quantum, lo que desató la furia en el país y llevó a manifestantes a bloquear carreteras y enfrentarse a la policía para exigir un plebiscito. La semana pasada, Cortizo también prohibió la construcción de nuevas minas en el país.
Los bonos en dólares de Panamá caían el lunes, liderando las pérdidas en los mercados emergentes. Los valores con vencimiento en 2036, unos de los más líquidos del país, se acercan a sus niveles más bajos en 14 años debido a la creciente especulación de que la nación centroamericana se dirige a una rebaja de calificación.
Fitch Ratings asignó una perspectiva negativa a la deuda a fines de septiembre, citando presiones fiscales —desde subsidios hasta un servicio de deuda más costoso— e incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para afrontar los problemas. El debate en torno a la mina de First Quantum y una sequía masiva que obligó al Gobierno a cortar el tráfico a través del Canal de Panamá han aumentado las preocupaciones.
Gigantesca mina
First Quantum ha invertido años y miles de millones de dólares en la construcción de la mina y ha captado la atención de rivales que también buscan aumentar su exposición a este metal, utilizado en todo tipo de aplicaciones, desde cableado eléctrico hasta tuberías de agua.
También se considera un futuro punto de ignición entre Occidente y China, ya que la Administración Biden está presionando para diversificar las fuentes de materiales importantes de Estados Unidos y reducir la dependencia de Pekín.
Muchos panameños afirman que el contrato de explotación revisado es excesivamente generoso con la minera canadiense y viola la soberanía de la nación sobre sus recursos minerales. El contrato otorga a First Quantum el derecho a producir cobre en sus instalaciones durante 20 años, con la opción de prorrogarlo otros 20 años más.
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La Corte Suprema del país también ha dicho que examinará dos demandas presentadas contra la renovación del contrato con la empresa.
First Quantum se ha enfrentado a múltiples obstáculos para su mina insignia. La compañía se vio obligada a interrumpir el procesamiento de cobre a principios de este año tras no poder resolver una disputa fiscal con el Gobierno.
La mina es el mayor activo de First Quantum, un motor económico para Panamá y representa alrededor del 1.5% de la producción mundial de cobre.
La compañía con sede en Vancouver no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios enviada fuera del horario laboral normal.
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