La fintech chilena Migrante busca contribuir con la inclusión financiera de un segmento desatendido tanto en su mercado de origen como en otros países de la región: los extranjeros; principalmente los provenientes de Venezuela.
“Estamos convencidos de que la integración financiera ayuda y mejora la inclusión social de los migrantes”, comenta Benjamín Izikson, gerente general de Migrante.
En Chile ya hay aproximadamente 600.000 migrantes venezolanos, mientras que en el Perú hay más de un millón. “Plataformas como Uber, Rappi, Cabify o Cornershop son fuentes de trabajo rentable y flexible para estos trabajadores; sin embargo, muchas veces les falta la herramienta productiva para realizarlo”, indica.
Migrante proporciona créditos a este público, que generalmente no puede acceder al sistema bancario tradicional y que busca adquirir una moto o un automóvil. Para otorgar sus préstamos, la startup recurre a información tradicional combinada con no tradicional. “No solamente revisamos burós de crédito, sino también datos de los países de origen”, detalla Izikson.
Además, han hecho alianzas con empresas como Rappi para acceder a información (con autorización de los usuarios) que permite evaluar las transacciones y verificar los ingresos reales de las personas. Finalmente, en el caso de los clientes nuevos, sin un historial, recurre a un aval o fiador.
En el Perú, Migrante canaliza sus créditos a través de la startup Somos Moto. Sin embargo, ya está en la búsqueda de nuevos partners estratégicos para crecer aceleradamente y colocar créditos y herramientas de trabajo en el mismo lugar. La fintech chilena cuenta con US$ 26 millones para colocar créditos en el mercado peruano durante el 2022.
Vehículos
Hasta el momento, el crédito promedio otorgado por Migrante es de S/ 5.000. Se prevé que el ticket aumente con préstamos para compra de automóviles.
“Ya estamos haciendo alianzas con distribuidores de autos. Hay una demanda alta, pues son una fuente de empleo bastante rentable”, afirma. Migrante espera colocar créditos de hasta US$ 14.000 para automóviles tipo taxi o furgones.