Facebook fue acusado de haber bloqueado de forma voluntaria páginas gubernamentales, de servicios de socorro y hospitales australianos el año pasado, para hacer presión sobre las autoridades del país que se alistaban a votar una ley a la que la plataforma se oponía.
En un artículo publicado el jueves, el Wall Street Journal publicó testimonios y documentos sugiriendo que el grupo de Mark Zuckerberg recurrió a estos métodos para oponerse de manera frontal a un proyecto de Canberra sobre la remuneración de los medios.
La ley fue votada en febrero de 2021 y obliga a grupos como Facebook y Google a pagar millones de dólares a organizaciones de medios a cambio del tráfico generado por la republicación de artículos de prensa en sus plataformas.
Tras la aprobación de la ley, Facebook había manifestado su desacuerdo bloqueando temporalmente contenidos de actualidad en ese país, pero debido a los reclamos el grupo dio marcha atrás y había llegado a un acuerdo de último minuto con el gobierno australiano.
Muchas páginas de organismos gubernamentales como el departamento de lucha contra incendios de Australia Occidental así como las de asociaciones caritativas fueron afectadas por la suspensión que duró cinco días, algo que Facebook había calificado de involuntario.
Pero según las fuentes consultadas por Wall Street Journal, se trató en realidad de una estrategia deliberada para forzar a los legisladores, por medio de un algoritmo incapaz de distinguir entre las páginas de los medios y las que compartían artículos de actualidad.
La oenegé Whistleblower Aid, que apoyó jurídicamente a la exempleada de Facebook Frances Haugen, que reveló información que empañó la reputación del grupo, presentó la denuncia el jueves al Departamento de Justicia estadounidense así como a la principal autoridad australiana de la competencia (ACCC).
Para Libby Liu, presidente de Whistleblower Aid, Facebook “utilizó su poder poniendo en peligro la seguridad de la población en plena temporada de incendios forestales y en medio de una pandemia mundial con el fin de obligar al parlamento australiano a pasar una ley favorable”.
De su parte, Facebook continúa expresando que se trató de algo accidental.
“Los documentos en cuestión muestran claramente que habíamos buscado eximir las páginas del gobierno australiano de estas restricciones con el fin de minimizar el impacto de esta legislación peligrosa y desinformada”, indicó el viernes a la AFP un portavoz de Meta, casa matriz de Facebook.
“Dado que no tuvimos éxito al hacerlo debido a un error técnico, presentamos excusas y pusimos todo en marcha para corregirlo. Toda sugerencia contraria es categórica y evidentemente falsa”, agregó.