Evergrande Group fue etiquetado oficialmente como moroso por primera vez, el último hito en un drama financiero de meses que probablemente culminará en una reestructuración masiva del promotor inmobiliario más endeudado del mundo.
Fitch Ratings rebajó la calificación de Evergrande a “default restringido” por no haber realizado dos pagos de cupones al término del período de gracia el lunes, una medida que puede desencadenar incumplimientos cruzados de la deuda de US$ 19,200 millones del promotor.
La rebaja se produjo minutos después de que Fitch otorgara la misma calificación a Kaisa Group Holdings Ltd., que no pagó un bono de US$ 400 millones que venció el martes. Juntas, ambas empresas representan alrededor del 15% de los bonos en dólares en circulación vendidos por inmobiliarias chinas.
Considerado durante mucho tiempo por muchos inversionistas como demasiado grande para quebrar, Evergrande se ha convertido en la mayor víctima de la campaña del presidente chino, Xi Jinping, para controlar los conglomerados sobreendeudados del país y el sobrecalentado mercado inmobiliario.
Antes de esta semana, los prestatarios chinos habían incumplido pagos por US$ 10,200 millones en bonos extraterritoriales en el 2021, y las empresas inmobiliarias representaban el 36% del total, según datos recopilados por Bloomberg.
Aunque los tenedores de bonos de Evergrande enfrentan fuertes recortes en una reestructuración que podría tardar meses o incluso años en resolverse, el jueves hubo pocas señales de contagio financiero. Esto se debe, en parte, a que los inversionistas llevaban meses anticipando un incumplimiento, pero también a la intensa actividad del Gobierno chino para amortiguar el golpe.
En las últimas semanas, los responsables políticos redujeron los requisitos de reserva de los prestamistas, señalaron una flexibilización de las restricciones inmobiliarias e implementaron medidas para garantizar que los promotores con calificaciones más altas tengan acceso a financiamiento. También asumieron un papel de liderazgo en la reestructuración de Evergrande, nombrando a funcionarios de la provincia de origen del promotor para ayudar a supervisar el proceso.
Aunque es probable que esto ayude a evitar escenarios de pesadilla de un colapso incontrolado de Evergrande, las autoridades han dejado claro que no tienen intención de rescatar el imperio inmobiliario iniciado por el multimillonario Hui Ka Yan hace 25 años. En un mensaje de vídeo pregrabado en un seminario celebrado en Hong Kong el jueves, el gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang, describió la situación de Evergrande como un acontecimiento de mercado que debe tratarse de forma orientada al mercado.
El promotor con sede en Shenzhen, que declaró más de US$ 300,000 millones en pasivos totales hasta junio, dijo en una breve declaración bursátil el 3 de diciembre que “participará activamente” con los acreedores extranjeros en un plan de reestructuración. Pero como las autoridades chinas son las que mandan, el promotor no ha revelado detalles de su reestructuración.
Incluso Fitch ha tenido problemas para obtener información de Evergrande, y señaló el jueves que el promotor no respondió a su solicitud de confirmación sobre los pagos de cupones de esta semana.
“Por lo tanto, asumimos que no fueron pagados”, escribieron analistas de Fitch en un comunicado. Bloomberg informó a principios de esta semana que los tenedores de bonos no habían recibido el dinero.
“La rebaja puede no tener un impacto abierto o inmediato en el proceso chino, pero puede aumentar sutilmente la presión sobre la empresa (y los reguladores) para que revele rápidamente las propuestas iniciales de reestructuración”, dijo Brock Silvers, director de inversiones de Kaiyuan Capital en Hong Kong.
Los tenedores de bonos de Evergrande, entre los que se encuentra Marathon Asset Management, han manifestado que esperan que los acreedores extranjeros se sitúen al final de la fila para el pago. La principal motivación del Gobierno chino generalmente es mantener la estabilidad social, que en este caso significa dar prioridad a los propietarios de viviendas, a los empleados y a los inversionistas individuales en productos de gestión patrimonial.
El gobernador del Banco Popular de China, Yi, dijo en el mensaje de vídeo del jueves que “los derechos e intereses de los acreedores y accionistas serán plenamente respetados de acuerdo con su jerarquía legal”.